El jefe de Gabinete, Gustavo Adrianzén, sostuvo que renunciaría a su cargo si con eso se garantizara que no habría más muertos en el Perú a causa de la violencia criminal de las bandas delictivas.
“Si fuera posible garantizar que dando un paso al costado ya no va a morir nadie en el Perú, lo haría en este instante”, expresó.
Estas declaraciones se hicieron cuando el premier dio un balance de los resultados del plan que el Gobierno ha puesto en marcha con el objetivo de combatir al crimen organizado, en un contexto en el que se ha hecho necesario declarar en emergencia a 14 distritos de la capital.
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“El plan está funcionando con centenares sino miles de policías y efectivos del Ejército en las calles, estamos patrullando permanentemente. (…) Ese es el plan, que van a seguir habiendo fallecidos, vamos a seguir redoblando esfuerzos para que eso no ocurra”, declaró a los medios de prensa.
En ese sentido, anunció que se aumentará el presupuesto de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI) en S/ 30 millones que se sumarán a los S/ 73 millones que se habían contemplado inicialmente. El objetivo es que el ente rector de la inteligencia compre equipos para “poder contribuir de manera significativa a esta tarea”.
Finalmente, el primer ministro pidió al Congreso que apruebe el proyecto de ley de terrorismo urbano para que la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas tengan las herramientas legales que necesitan para enfrentar al crimen organizado.