La casa del abuelo está llena de antigüedades, pero Cristina Benavides parece sacada del futuro. Con su figura esbelta y su presencia impecable, camina entre teléfonos con dial, posters de cine, sillones de época y revistas antiguas como si fueran parte natural del videoclip que está por rodar. Se acomoda el cabello a un lado y habla, con elegancia y claridad, sobre su primer sencillo: Maldita Suerte.
Publicado a fines de mayo, el tema tiene la intención de ser el inicio formal de su carrera como solista. “Siempre quise un proyecto propio, con mi sonido, mi visión”, dice. Su voz, que ya se había escuchado en musicales y en la banda de rock alternativo Era Miscela, ahora busca otra textura. Junto al productor Paul Saenz y con el acompañamiento vocal de Ciané Siverio, Cristina ha esculpido un pop flotante, con tintes R&B y estética retro-futurista.
“A veces una relación parece prometedora, pero simplemente no llega a madurar”, explica sobre el significado de la canción. En el videoclip, grabado con un equipo mínimo, aparece una pastilla simbólica que activa un viaje emocional sin caer en el melodrama. “No quería mostrar tristeza, sino esas emociones que provoca el amor”. La referencia visual es clara, pero nunca obvia: posters masculinos que observan sin actuar, una escalera que sube hacia el desencanto y el humor que disuelve lo agrio.

Benavides no busca la fama, sino la expresión. “Es como hacer una obra de teatro, pero ahora la escena es sonora y visual”, afirma. El pop, en esta expresión, es un vestuario que se adapta a cada emoción. En su rutina semanal hay clases de canto, baile, sesiones de inspiración cinematográfica y el placer de imaginar videoclips como quien diseña mundos. “Me inspira el color, el movimiento, el ritmo… quiero que el show tenga narrativa, que no sea solo música tras música”, cuenta.
Planea sacar más canciones, pero de momento adelanta que el próximo lanzamiento estará cargado de disco, funk y soul, siempre con una base visual fuerte. Por ahora no hay un show completo anunciado, pero se perfila una presentación hacia fin de año. “No quiero salir al escenario solo por salir. Quiero montar algo que diga algo”. Lo que dice Maldita Suerte, en su tono elegante pero directo, es que Cristina Benavides ha llegado para construir su propio escenario, uno donde el amor duele un poco, pero con estilo. (Marce Rosales)
