Escribe: JUSTO CARBAJAL AGUIRRE
Según el Banco Mundial estamos en el puesto 75 en el Índice de Desempeño Logístico (LPI), siempre después de Chile y Colombia. Y eso a pesar de que este año arrancó la Declaración Aduanera de Mercancías electrónica, que se suponía que agilizaría los procesos.
Hace cinco meses el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) aprobó modificaciones al Reglamento de la Ley General de Aduanas mediante el Decreto Supremo N.º 198-2024-EF. Estas modificaciones buscaron optimizar los procesos aduaneros, por ejemplo, facilitando el flujo de mercancías y mejorando la eficiencia en puertos estratégicos como el megapuerto de Chancay y el puerto del Callao.
NUEVAS REGLAS DE JUEGO
Uno de los cambios más destacados del Decreto Supremo es la simplificación de las reglas del régimen de tránsito aduanero y el fortalecimiento de los controles mediante la gestión del riesgo. Además, la norma incorporó nuevos supuestos de infracción en la Tabla de castigos de la Ley General de Aduanas.
Los cambios en la Ley General de Aduanas empezaron a aplicarse el 1 de enero de este año. Sin embargo, hay un paquete de modificaciones que recién entrará en vigencia dentro de tres meses, el 30 de junio de 2025.
Si bien ya se ha dado el primer avance, la futura implementación de las siguientes medidas son útiles para consolidar la capacidad de los terminales peruanos de manejar volúmenes crecientes de carga, especialmente en el contexto de la inauguración del megapuerto de Chancay, especialmente porque este se perfila como un centro de conexión con mercados asiáticos, lo que podría potenciar y agilizar significativamente el comercio exterior.
POSTERGACIÓN DE LA REDUCCIÓN DEL DRAWBACK
El Drawback es un mecanismo de restitución de derechos arancelarios que permite a los exportadores recuperar un porcentaje del valor FOB de sus productos, compensando los aranceles pagados por la importación de insumos utilizados en la producción de bienes exportados. Desde 2019, la tasa de devolución establecida para este régimen es del 3 %.
Inicialmente, el MEF había dispuesto una reducción progresiva del Drawback, disminuyendo la tasa del 3 % al 1 % a partir de 25 de octubre de 2024, con miras a su eliminación total hacia 2026. Sin embargo, ante la presión de diversos gremios empresariales que argumentaron que esta medida afectaría la competitividad de las exportaciones peruanas, el gobierno decidió postergar la reducción y eliminación del Drawback hasta el 31 de julio de este año.
Si bien la decisión refleja la importancia de mantener incentivos que permitan a los exportadores peruanos enfrentar el incremento de los costos internos y la falta de competitividad del país en ciertos sectores, el solo anuncio de la reforma desincentiva la competitividad. Como se sabe, día a día se vienen incrementando los costos de producción.
Los agroexportadores han tenido pérdidas en los últimos meses. Por ejemplo, una conocida empresa tuvo una millonaria caída por la demora en sacar sus mangos del Callao. ¿Qué hicieron las instituciones? Culparon al nuevo sistema y a la falta de preparación del personal de aduanas.
La Asociación de Exportadores (ADEX) dice que el 60 % de sus miembros han tenido retrasos por la reforma. Y esos retrasos son los sobrecostos que nos hacen menos competitivos en el extranjero. En cuanto a la OEA (Operador Económico Autorizado) las empresas que cumplen con los requisitos para entrar son poquísimas y especialmente son las PYMES las que se encuentran fuera de los llamados estándares. Bajo esas condiciones se reducen las posibilidades de entrar a mercados europeos, por ejemplo.
LA COMPETITIVIDAD LOGÍSTICA
A pesar de los avances logrados, el país enfrenta desafíos significativos para consolidar su competitividad logística. Es necesario continuar trabajando en la simplificación de trámites, la digitalización de procesos y la capacitación del personal involucrado en la cadena logística. Además, es fundamental garantizar la transparencia y eficiencia en la gestión aduanera para evitar prácticas corruptas que puedan socavar los esfuerzos de reforma.
La colaboración entre el sector público y privado será clave para identificar áreas de mejora y desarrollar soluciones conjuntas que potencien la competitividad del país en el ámbito logístico. La implementación efectiva de las reformas aduaneras y la inversión en infraestructura moderna y eficiente sentarán las bases para que el Perú se consolide como un actor relevante en el comercio internacional en los próximos años.
Con la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la eficiencia es clave. Con nuestra ubicación estratégica y acceso al Pacífico podríamos liderar las condiciones logísticas en la región. Sin embargo, pasa lo contrario, día a día los containers demoran largos periodos, sufren retrasos y generan pérdidas.
El Ejecutivo debe tomar posición y subsanar los errores. Eso significa capacitar adecuadamente al personal de aduanas, mejorar el sistema electrónico y simplificar los trámites para que las empresas puedan llegar a ser OEA. La reforma que se aplicará en unos meses puede ser una valiosa oportunidad para modernizarnos, pero si no hacemos las cosas bien, será un lastre.