El Día del Padre es una ocasión para celebrar y honrar a aquellos hombres que han sido modelos a seguir y guías en la vida de sus hijos. En esta edición especial, exploramos historias fascinantes de hijos que no solo heredaron los valores y principios de sus padres, sino que también siguieron sus pasos en el ámbito profesional. Desde médicos y abogados hasta artistas y arquitectos, estos dúos demuestran cómo la pasión y el compromiso pueden trascender generaciones, creando legados que perduran en el tiempo. A continuación, algunos ejemplos de familias que han convertido sus profesiones en un lazo aún más fuerte, compartiendo no solo un apellido, sino también una vocación y un propósito en común.
El célebre cantautor Gian Marco nunca ha perdido la oportunidad para afirmar que ve con orgullo cómo sus hijos Nicole, Fabián y Abril Zignago han superado sus propios logros a edades tempranas. Nicole, con nominaciones al Latin Grammy, y Fabián, cuya pluma cautiva a su padre, demuestran que el talento corre por las venas de esta estirpe musical. Su última hija, Abril, no se queda atrás. Pues el cantautor aseguró en una entrevista que ella canta mejor que todos.
Otro ilustre ejemplo es el Dr. Enrique Durand, héroe de la lucha contra el Covid-19, quien compartió las trincheras de la pandemia con su hijo Alonso, quien, dadas las circunstancias sanitarias, también se convirtió en médico intensivista. Aunque lamenta profundamente la reciente pérdida de su esposa por secuelas del virus, su orgullo paterno trasciende fronteras al ver por igual a sus tres hijos forjar su propio camino.
En el ámbito arquitectónico, Leopoldo Scheelje, reconocido por su vasta experiencia y numerosos premios, tiene en su hijo Stefano un digno continuador de su pasión por el diseño. Stefano, además de arquitecto, es un artista multifacético que honra a su padre al caminar junto a él. “La inspiración que me genera viene de la mano con una pasión compartida por el diseño en general, por crear cosas tangibles que queden en el mundo, no por ego, sino porque creemos en la trascendencia del arte”, cuenta Stefano Scheelje.
La abogacía también cuenta con ilustres representantes, como Enrique Ghersi, cuya visión integral de la profesión ha inspirado a su hijo Lucas a seguir sus pasos. Lucas valora la lealtad, pasión y sensibilidad de su padre, cualidades que lo guían en su propia práctica legal, inspirándolo a distintos niveles. “Mi padre siempre me contaba que una de las características más importantes que puede tener un abogado es la sensibilidad”, confiesa.
En el mundo culinario, Gastón Acurio, ícono de la gastronomía peruana, tiene en su hija Ivalú no solo una continuadora de su legado, sino también una prometedora voz propia en la escena gastronómica internacional. Con 22 años, Ivalú ya ha dejado su huella al ganar el Mundial del Sándwich en París, demostrando que su pasión por la cocina es tan intensa como la de su ilustre padre.
Más allá de las artes y las profesiones, el mundo del espectáculo también cuenta con dinastías sólidas. Renato Rossini Jr., hijo del aclamado actor Renato Rossini, ha sabido ganarse el cariño del público en su faceta de chico reality y participante de “El Gran Chef Famosos”, demostrando que el talento y el carisma corre por sus venas.
Los Pinasco, por su parte, son una estirpe inagotable en la televisión peruana. Mientras Luis Ángel “Rulito” Pinasco ha sido un ícono durante casi seis décadas, su hijo Bruno ha trascendido fronteras, llegando a lo más alto gracias a su pasión por el cine. A pesar de su timidez inicial, Bruno ha heredado la elocuencia de su padre, convirtiéndose en una figura respetada en la industria audiovisual mundial.
Finalmente, en el terreno actoral, el multifacético Christian Meier, hace un tiempo decidió alejarse de las telenovelas que lo hicieron famoso para enfocarse en series, películas y su música. Sin embargo, su hijo Stefano Meier ha optado por seguir los pasos de su padre en el mundo de las telenovelas, aunque forjando su propio camino lejos de la sombra paterna. Su participación en producciones como “Maricucha” y “Los Otros Concha” demuestra su determinación por construir su propia identidad artística.
Estas historias recuerdan que, en muchas ocasiones, la mayor herencia que un padre puede dejar a su hijo no es material, sino la pasión por una vocación y los valores que la acompañan. En este Día del Padre, celebremos a esos hombres que han sido faros de inspiración, guiando a la próxima generación no solo con palabras, sino con el ejemplo de sus vidas y carreras. En ciertos casos, seguir los pasos de un padre es mucho más que elegir una profesión: es continuar un legado.