El congresista Edward Málaga expresó su profundo malestar tras la decisión del Pleno del Congreso de otorgar el voto de confianza al gabinete liderado por Eduardo Arana. Según manifestó, esta era una oportunidad crucial para enviar un mensaje firme al gobierno de la presidenta Dina Boluarte, cuestionado por su manejo político. “Era el momento de demostrar que ni el Ejecutivo ni el Congreso pueden seguir burlándose del país”, declaró el parlamentario.
Málaga criticó duramente la conformación del nuevo gabinete, al que calificó de “reciclado”, al considerar que no hay una renovación real en las figuras ministeriales. Enfatizó que, tras la salida de Eduardo Adrianzén, lo único que ha cambiado han sido algunos nombres, pero no las prácticas. “Premian a Adrianzén y regresan con dos ministros interpelados. ¿Cómo esperan resultados diferentes con las mismas personas?”, cuestionó.
El legislador también rechazó la propuesta del Ejecutivo de trasladar presos peruanos a megacárceles en El Salvador, calificándola como irresponsable. Señaló que el Gobierno ni siquiera ha evaluado el costo económico de una medida de esa magnitud, considerando la grave sobrepoblación en el sistema penitenciario nacional. “No se trata de enviar uno o dos delincuentes, se habla de cientos o miles. Hay que pensar primero en la viabilidad”, advirtió.
Finalmente, Málaga reiteró su decepción por la decisión del Parlamento y subrayó que se perdió la oportunidad de marcar un quiebre político. A su juicio, el respaldo al gabinete Arana representa una continuidad de prácticas cuestionadas y no una respuesta efectiva a las demandas de la ciudadanía. “El Congreso ha preferido mirar a otro lado en lugar de asumir una posición firme frente al Ejecutivo”, concluyó.