El incendio que comenzó el lunes 3 de marzo en el Centro de Lima sigue descontrolado, afectando hasta seis inmuebles entre los jirones Cantagallo y Junín. A pesar de los esfuerzos de los bomberos, las dificultades de acceso a los edificios y el riesgo de colapso han dificultado el avance en su extinción. El brigadier general Alfonso Paniso señaló que el fuego aún sigue activo en zonas de difícil acceso.
El principal obstáculo para controlar el incendio es la falta de infraestructura adecuada en el edificio siniestrado, como escaleras a prueba de fuego, lo que impide a los bomberos penetrar las estructuras de manera segura. La estrategia utilizada hasta el momento es defensiva, utilizando maquinaria pesada para enfriar las zonas afectadas desde el exterior.
A pesar de las intensas labores, el comandante general de los bomberos, Juan Carlos Morales, estimó que el incendio podría continuar hasta el jueves 6 de marzo. Las labores continúan en turnos, con el objetivo de evitar la propagación del fuego a otras edificaciones cercanas. Las autoridades no arriesgarán la vida de los bomberos debido a los riesgos de colapso en la estructura.
La falta de medidas de seguridad en los edificios, como rociadores de agua y escaleras, ha complicado aún más la tarea de los bomberos, quienes continúan trabajando para controlar el desastre. Las autoridades aseguran que, a pesar de las dificultades, están haciendo todo lo posible para extinguir el fuego en los próximos días.