La aprobación del dictamen que busca eliminar a los movimientos regionales podría tener consecuencias inesperadas. Si el Pleno del Congreso decide ratificarlo en una segunda votación, podría estar firmando la partida de nacimiento de un nuevo partido político nacido de la fusión de los 84 movimientos regionales inscritos actualmente en el Registro de Organizaciones Políticas, quienes presentarían una plancha presidencial y una lista parlamentaria para las elecciones del 2026.
Esta es una de las medidas que la Asociación de Movimientos Regionales del Perú (AMRP) tomó luego de que el 29 de mayo, el Parlamento aprobara una propuesta impulsada por Fuerza Popular, Alianza Para el Progreso (APP), Avanza País y Somos Perú que en principio, buscaba la reelección inmediata de alcaldes y gobernadores, pero que incluyó la eliminación de los movimientos regionales a pedido de Eduardo Salhuana, pese a que el dictamen aprobado por la Comisión de Constitución no incluía esta propuesta.
Tras la aprobación del dictamen, la AMRP aumentó su número de afiliados que hasta entonces era de 42 movimientos, a casi 80 del total de inscritos y dos de movimientos en vías de inscripción. El presidente de la asociación, Fredy Vracko, explicó a CARETAS que considera que la medida atenta contra la libertad de participación política y sostiene que los movimientos regionales tienen una mayor acogida en el interior del país porque los partidos políticos nacionales centralizan todas sus decisiones desde Lima.
“La falta de actitud democrática, es lo que hace que voten por movimientos porque los partidos quieren hacer todo a dedo”, dijo.
Esta no es una percepción aislada. El experto en temas electorales, José Manuel Villalobos, coincidió en esta mirada: “Los partidos no son estructuras realmente organizadas. Son muy centralistas. Los partidos se concentran en Lima y desde ahí miran a las regiones”, observó.
Incluso, Mesías Guevara, exgobernador regional de Cajamarca por Acción Popular (AP), un partido, nacional, coincidió en esta lectura, y reveló que su candidatura fue recibida a regañadientes por la dirigencia partidaria limeña porque buscaban designar un candidato a dedo.
“Si no hubiera sido dirigente nacional, seguramente hubieran impuesto un candidato desde Lima. Incluso, eso pretendieron hacer, porque yo fui candidato de AP, pero a regañadientes de cierto sector de la dirigencia de Lima. Pero como era miembro del Comité Político y del Plenario, eso me permitió armar las listas distritales y provinciales, sin ese apoyo, no lo hubiera hecho”, detalló el hoy militante del Partido Morado.
Este centralismo en la forma de hacer política y en la forma de ver el país es lo que explica por qué 14 movimientos ganaron las elecciones regionales del 2022, mientras que solo cuatro partidos nacionales (Avanza País, APP, Somos Perú y el Frente de la Esperanza) lograron colocar a 11 gobernadores.
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Villalobos sostiene que son los movimientos regionales los que están más cerca de los problemas locales porque los partidos están enfrascados en la política nacional y además, estos no tienen una visión completa de cada región debido a su centralismo. Una parte del problema, es que la ley obliga a los partidos a tener comités provinciales, pero no regionales, lo que hace que no exista un canal intermedio de comunicación entre el partido y estos grupos.
Freddy Vracko, sin embargo, va más lejos y asegura que los partidos políticos no tienen comités reales en las regiones, y que son los movimientos quienes tienen una mayor actitud democrática en el interior del país.
Por su parte, el exgobernador de Cajamarca reflexiona: “Los partidos actúan desde Lima con una visión bastante sesgada, no conocen la realidad de las regiones. Muchos creen que desde Lima se puede hacer política, incluso identificar a los actores (…) en provincia hay gente muy valiosa, pero están invisibilizados”.
Incluso, comenta cómo desde Cajamarca se logró armar 80 listas provinciales y distritales para las elecciones del 2022, y cómo una directiva dictada por el Comité Electoral limeño señalaba que las listas para estos comicios e incluso el candidato a gobernador, serían impuestos desde la capital. Al final, pudieron inscribir a 40 de sus candidatos originales, de los cuales 12 resultaron electos. Una cifra nada despreciable.
El especialista electoral consideró que el dictamen que busca eliminar del mapa electoral a los movimientos regionales “es una medida abusiva” y que no era necesaria, ya que las altas vallas que se les impusieron para las elecciones del 2022 eliminaron a más de la mitad de los más de 150 movimientos que había anteriormente.
Guevara señaló que los movimientos regionales deberían fortalecerse para que surjan nuevos líderes regionales y consideró que estas agrupaciones políticas deben ser fiscalizadas para evitar la infiltración de economías ilegales. Por su lado, Villalobos observó que los partidos políticos nacionales ya han sido infiltrados por este tipo de representantes debido a que su falta de conocimiento de las regiones los hace poner a este tipo de candidatos en sus listas parlamentarias, y que muchos de estos provienen de movimientos regionales.
No obstante, Vracko sostuvo que no se puede culpar a los partidos políticos ni a los movimientos regionales de lo que hagan las personas que los integran.
El titular de la AMRP considera que la medida busca obligar a los movimientos regionales a ser absorbidos por los partidos políticos nacionales para que estos no pierdan la inscripción en las próximas elecciones generales del 2026. Sin embargo, indicó que los movimientos han acordado no tener ningún tipo de acercamiento con partidos que tengan representación parlamentaria.
Es por ello que tomaron los movimientos regionales formarán un partido político y presentarán un candidato presidencial en el caso de que la ley sea aprobada. El trámite demoraría tres meses.
“La integración de movimientos en la ley es mucho más sencilla que inscribir un partido. Todos nuestros comités se unen a través de un acta que se presenta al JNE y aparece la gran figura de la unidad de los movimientos”, argumentó.
Mientras tanto, están preparando una acción de amparo que los proteja contra la posible aprobación de la norma y están llenando las paredes del interior del país con pintas que dicen “Keiko y Acuña, asesinos de la democracia”. Se espera una reunión de líderes de movimientos regionales en Lima el 22 de junio y una marcha “de los cuatro suyos” el 28 de julio.