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En mayo de 2024, la Oficina de Auditoría Interna del Congreso detectó serias irregularidades en dos procesos de adquisición millonarios: la compra de equipos de aire acondicionado y la implementación del nuevo local del servicio médico parlamentario. En ambos casos, los procesos fueron detenidos por el auditor general del Congreso, Fernando Rosales, tras evidenciarse sobrecostos escandalosos y fallas graves en el sustento técnico. Sin embargo, un año después, el panorama no ha mejorado. El programa Contracorriente de Willax denunció que el nuevo policlínico permanece abandonado, mientras el Congreso eleva el presupuesto para ambientar una instalación que no funciona.
EL CASO DE LOS AIRES
Según los documentos de Contraloría revisados por CARETAS, el área de Abastecimiento del Congreso autorizó en 2024 la compra de equipos de aire acondicionado por más de S/ 1.2 millones, a pesar de que existían cotizaciones y adquisiciones previas de similares características en otras entidades públicas que no superaban los S/ 600 mil.
El precio prácticamente se duplicaba. El auditor Rosales paralizó el proceso, solicitando explicaciones. La respuesta vino firmada por Carlos País Vera, entonces director general de Administración, y Erick Moncada Horna, jefe del Departamento de Abastecimiento. Ambos funcionarios habrían sido colocados en sus cargos con el respaldo de Richard Acuña, excongresista e hijo de César Acuña, líder de Alianza para el Progreso (APP), partido que controla buena parte de la estructura administrativa del Congreso.
EL CASO DEL CENTRO MÉDICO
La segunda carpeta revisada corresponde a la adquisición de bienes y servicios para la implementación del nuevo centro médico del Congreso, una obra que también fue observada por Rosales en 2024 por inconsistencias en los términos de referencia, sobrecostos y falta de justificación funcional. Los montacargas, por ejemplo, saltaban de S/ 20 mil hasta S/ 85 mil. Pese a las alertas, el proyecto siguió avanzando por tramos. Y ahora se ha denunciado que el policlínico sigue cerrado y sin uso, mientras el Congreso continúa aprobando gastos para su acondicionamiento. El reportaje de Contracorriente expone que incluso se ha presupuestado un monto adicional de S/ 287 mil solo para readecuaciones, pese a que las anteriores observaciones advertían que el espacio físico no era apropiado para la atención médica integral. Es decir, se insiste en un error que ya fue advertido técnicamente y que ahora se agrava con nuevos recursos comprometidos.
RED DE INFLUENCIAS
El patrón se repite: procesos inflados, funcionarios cuestionados y una red de influencias que apunta hacia el entorno de APP.
Más allá de los nombres, lo que queda en evidencia es la captura del aparato administrativo del Congreso por intereses partidarios, en perjuicio directo del presupuesto público. A esto se suma la nula consecuencia funcional: ni aire acondicionado, ni atención médica, ni rendición de cuentas.