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MADRID 16 Abr. (EUROPA PRESS) –
La ofensiva militar lanzada por Israel sobre la Franja de Gaza ha llevado a que este territorio se convierta en “una fosa común” tanto para los palestinos que allí viven como para las personas que acuden con el objetivo de facilitar una mínima ayuda humanitaria, ha alertado la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF), que ha acusado al Ejército israelí de violar sistemáticamente el Derecho Internacional.
“Estamos viendo en tiempo real la destrucción y el desplazamiento forzoso de toda una población”, ha lamentado la coordinadora de emergencias de MSF en Gaza, Amande Bazerolle, en un comunicado con el que la ONG ha apelado a Israel a poner fin al “castigo colectivo” de la población gazatí y a sus aliados a terminar con la “complicidad”.
Según Bazerolle, a día de hoy “no hay ningún lugar seguro” en la Franja, donde ya han muerto 51.000 personas desde el comienzo de la ofensiva en octubre de 2023. Según la ONU, en este balance figuran más de 400 trabajadores humanitarios y MSF, en concreto, ha perdido a once personas, dos de ellas víctimas de ataques ocurridos desde la ruptura del alto el fuego en marzo.
La muerte de 15 efectivos de emergencias a finales del mes pasado puso de manifiesto, a juicio de Bazerolle, “la completa falta de respeto de las fuerzas israelíes para la protección de los trabajadores humanitarios y médicos”. MSF ha reclamado una investigación internacional e independiente con vistas a depurar responsabilidades ante éste y otros hechos similares.
A ello se suma un bloqueo “deliberado” de la ayuda que ha llevado al personal humanitario a “ver cómo la gente sufre y muere mientras soportan el peso imposible de ayudarlos sin apenas suministros”. “No hay manera de que podamos cumplir nuestra misión en estas circunstancias. No es un fracaso humanitario, es una decisión política y un asalto deliberado a la capacidad de sobrevivir de la población, perpetrados con impunidad”, ha sentenciado la responsable de MSF.