Mientras las redes sociales se consolidan como herramientas clave para la comunicación, las instituciones públicas no se quedan atrás. En América Latina, las cuentas oficiales de las policías nacionales han encontrado en X (antes Twitter) un espacio para informar, interactuar y, en algunos casos, generar polémica. Un reciente análisis revela que la Policía Nacional del Perú es la más activa en la plataforma, superando a sus pares de la región en número de publicaciones. Sin embargo, este liderazgo tiene una cara menos alentadora: solo el 8% de sus publicaciones están dedicadas a la prevención de crímenes.
Narcotráfico, robos y extorsión: los temas que dominan la conversación
El estudio Prácticas informativas en X de las fuerzas del orden en Latinoamérica, realizado por Sakkana Comunicaciones, analizó las cuentas oficiales de las policías de diez países durante el último trimestre de 2024. Los resultados muestran que los temas que más interacciones generaron entre los usuarios fueron el narcotráfico, los robos, las extorsiones y las publicaciones institucionales.
“Esto refleja el interés y la preocupación de los ciudadanos por temas de seguridad, que son comunes en toda la región”, comentó Adriana Necochea, directora de Sakkana Comunicaciones.
Aunque Perú lidera en cantidad de publicaciones, no es el país con mayor engagement. Ecuador lidera la región con un promedio de 128,593 interacciones, seguido por Perú con 111,615 interacciones y México en tercer lugar con 110959. En cuanto a engagement, a pesar de tener menor cantidad de posteos que Perú y Ecuador, Argentina lidera con un 7.6%, seguido por México, con un 5.3% de engagement y Brasil con un 3.04%.
Informar sí, prevenir poco
Uno de los hallazgos más preocupantes del análisis es la poca atención que las cuentas policiales dan a la prevención. En todos los países evaluados, predominan las publicaciones informativas sobre operativos policiales, rescates, capturas y logros institucionales. En cambio, las publicaciones preventivas —que incluyen consejos para evitar ciberdelitos, protegerse de crímenes y reconocer señales de alerta— son escasas.
En el caso de Perú, solo el 8% de las publicaciones están dedicadas a la prevención. “Estamos en la era digital, donde si no estás en redes, no existes. Esto aplica también para las entidades públicas, especialmente para aquellas que necesitan una comunicación directa con la sociedad, como la Policía Nacional”, señaló Necochea.
La experta enfatizó la necesidad de una estrategia de comunicación que no solo informe sobre capturas y rescates, sino que también eduque a la ciudadanía. “Es crucial compartir información preventiva sobre extorsiones, ciberdelitos y otros crímenes frecuentes, proporcionando recomendaciones claras y recursos que permitan a las personas actuar de manera informada ante situaciones de riesgo”, añadió.
El ranking latinoamericano
El análisis evaluó las cuentas de X de las policías de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, Venezuela y el Ministerio del Interior de Uruguay. Entre los hallazgos más relevantes se encuentra el predominio de publicaciones institucionales, donde se destacan las acciones realizadas por las fuerzas del orden en cada país.
Sin embargo, el enfoque reactivo —centrado en operativos y logros— parece dejar de lado la oportunidad de construir una relación más cercana y educativa con la ciudadanía. “La comunicación policial debe basarse en la realidad del país y en las necesidades de los usuarios a los que se dirige”, subrayó Necochea.
El desafío de la era digital
En un contexto donde la inseguridad ciudadana es una preocupación constante en América Latina, las redes sociales representan una herramienta poderosa para las instituciones policiales. No solo permiten informar sobre sus acciones, sino también generar confianza y empoderar a la ciudadanía con información útil.
El reto, sin embargo, está en equilibrar la balanza: mientras las capturas y los operativos generan titulares y reacciones inmediatas, la prevención puede marcar la diferencia a largo plazo. Y en ese aspecto, Perú y el resto de la región aún tienen mucho por hacer.
