La captura de Erick Moreno Hernández, alias “El Monstruo”, uno de los delincuentes más buscados de la región, no solo ha representado un golpe al crimen organizado, sino que también ha abierto una inesperada disputa en torno al cobro de la recompensa de un millón de soles ofrecida por el Gobierno peruano. De acuerdo con la Policía, existen tres aspirantes a reclamar el dinero, y entre ellos aparece un nombre sorprendente: Dahiana Martínez Valdés, la pareja sentimental del propio criminal, quien se encuentra embarazada de ocho meses.
El dato fue confirmado por el coronel José Manuel Cruz Chamba, jefe de la División de Investigación contra el Crimen Organizado, quien reveló que Martínez habría proporcionado información clave para la intervención realizada en el Barrio Lucerito, en Paraguay, donde finalmente fue capturado Moreno. La versión genera polémica: ¿puede la novia de un peligroso delincuente convertirse en beneficiaria de una recompensa millonaria?
¿Qué papel jugó Dahiana Martínez en la captura?
De acuerdo con la Policía, los movimientos de Dahiana Martínez despertaron sospechas desde semanas antes de la captura. Aunque oficialmente decía vivir sola, los agentes notaron que colgaba prendas masculinas en el tendal de su vivienda, lo que levantó la alerta sobre la posible presencia de Moreno en la zona.
El coronel Cruz Chamba precisó que la mujer habría intentado “sembrar información a terceros” para beneficiarse del programa de recompensas, ya que las autoridades ya le habían cerrado el acceso a los recursos de la organización criminal que lideraba su pareja. “Se buscó el beneficio de la recompensa a través de un juego de engaños, pero todo está en evaluación”, afirmó el oficial.
El caso abre un dilema legal y ético: si bien Dahiana colaboró con datos relevantes, su cercanía con el delincuente la pone bajo escrutinio, pues el programa de recompensas del Ministerio del Interior establece que no pueden acceder al pago quienes tengan vínculos directos con el prófugo.
Otros aspirantes a la recompensa
El millón de soles no solo ha atraído a Dahiana Martínez. Según la Policía, dos personas más se han presentado como posibles beneficiarios:
- Una expareja sentimental de Dahiana, quien habría brindado información sobre los desplazamientos del “Monstruo”.
- Un colaborador vinculado a la red de “Los Injertos del Cono Norte”, grupo criminal que mantenía nexos con Moreno.
Hasta ahora, sus identidades no han sido reveladas oficialmente, pero se confirmó que los tres nombres forman parte de un proceso de verificación que lleva a cabo el Ministerio del Interior.
¿Quién se quedará con el millón de soles?
La gran pregunta que surge es: ¿quién cobrará finalmente la recompensa?. El coronel Cruz Chamba explicó que el proceso no es inmediato y que requiere de un análisis legal y administrativo. Se evaluará la veracidad, calidad y relevancia de la información entregada, así como el grado de riesgo asumido por la persona que colaboró.
En este caso, la participación de la pareja de Moreno se encuentra en un terreno gris. Por un lado, su aporte resultó útil, pero por otro, su vínculo sentimental con el delincuente podría invalidar cualquier intento de cobrar la recompensa. “El programa de recompensas tiene reglas claras, y se analizará si corresponde o no”, puntualizó el oficial.
Un criminal temido y un botín codiciado
Erick Moreno Hernández, conocido como “El Monstruo”, era considerado uno de los delincuentes más violentos y peligrosos de la región. Acusado de homicidios, extorsiones y vínculos con mafias transnacionales, su captura representó un alivio para las autoridades peruanas, paraguayas y ecuatorianas que lo seguían desde hace años.
La recompensa de un millón de soles, la más alta ofrecida en la historia reciente del programa “Se busca”, fue determinante para incentivar denuncias y colaboración ciudadana. Sin embargo, ahora que el objetivo ha sido cumplido, el dinero se ha convertido en una disputa con tintes de suspenso judicial y moral.
Reacciones y polémica
El caso no ha tardado en generar reacciones. Analistas en seguridad advierten que permitir que la pareja del delincuente cobre la recompensa sería un mensaje peligroso para la opinión pública, pues podría interpretarse como una forma de “negocio familiar” con la criminalidad.
Otros, en cambio, señalan que lo importante es la efectividad del programa y que, si la información proporcionada por Dahiana fue clave, no debería descartarse su acceso al pago. “El dilema aquí es si premiamos la colaboración o castigamos el vínculo personal”, comentó un especialista en criminología.
El destino del millón de soles ofrecido por la captura de “El Monstruo” aún está en suspenso. Tres aspirantes esperan la decisión del Ministerio del Interior, pero el caso de Dahiana Martínez Valdés, la novia embarazada del delincuente, acapara la atención por sus implicancias legales y éticas.
Lo que parece claro es que, más allá del dinero, este episodio pone en evidencia cómo la lucha contra el crimen organizado no solo enfrenta a la Policía con las mafias, sino que también plantea interrogantes sobre las fronteras entre la complicidad, la colaboración y el interés económico.