En julio del 2023, el primer ministro Alberto Otárola anunció por todo lo alto la compra de 20 000 repuestos para vehículos de Ingeniería del Ejército destinados a descolmatar los ríos y realizar labores de prevención ante la llegada del Fenómeno El Niño (FEN). Siete meses después, el desembolso de más de S/ 16 millones destinados a la compra de estas piezas y el mantenimiento de esta maquinaria se suma a la lluvia de cuestionamientos que tienen las compras militares.
Uno de los casos más sonados fue la compra de 10 mil fusiles israelíes Arad 7 por los que la Fábrica de Armas y Municiones del Ejército (FAME) pagó US$ 27 millones sin recibir ni una sola de estas armas, presuntamente sobrevaloradas. La denuncia la hizo el congresista Fernando Rospigliosi, quien consideró que la supuesta transferencia tecnológica que iba a recibir el Perú por comprar fusiles desarmados fue la excusa perfecta para el despilfarro, ya que estas armas se ensamblan con martillos y destornilladores.
Pero esa no es la única compra bajo la lupa. En abril del 2023, el Gobierno de Dina Boluarte emite el Decreto Supremo 067-2023 EF que destina S/ 559 255 470 a garantizar la operatividad de las maquinarias. De este monto, se repartió S/ 72 417 585 a Indeci; S/ 758 760 a Cenepred; y S/ 486 079 125 al Mindef, entidad que a su vez destinó millonarias sumas al Ejército para la compra de 28 repuestos para el Tractor Oruga Komatsu D85EX; 23 repuestos para la Excavadora Oruga Hidráulica CAT 329 DL; y 25 repuestos para el Tractor Rueda CAT 814FII.
El 25 de mayo del 2023, la Comandancia General del Ejército, entonces bajo la jefatura de David Ojeda Parra, aprobó la compra de estas piezas por contratación directa, fundamentada la emergencia que supone el FEN. El contrato que dispuso el desembolso de S/ 8 753 301.44 a la empresa Pitahaya Servicios Generales SAC fue suscrito por el Servicio de Ingeniería del Ejército (SINGE) bajo el mando del general de brigada Gonzalo Eduardo Cabrejos Ramos.
El 10 de agosto de ese año, el presidente, el vocal y el secretario del Batallón de Asuntos Civiles (BAC) 4, entidad a cargo de los vehículos que iban a ser reparados, dio la conformidad de que el material fue recibido. Sin embargo, informes de la Contraloría encontraron que los repuestos no tenían tarjetas de control que permitieran control su ingreso y salida de los almacenes militares y por ende, controlar las existencias. Lo más grave, sin embargo, es que muchas de estas piezas no fueron encontradas cuando se hizo la inspección correspondiente.
Los repuestos “perdidos”, según el informe, son los pines de cuchilla, las cantoneras del tractor, el filtro de aire 6L-2506 de marca Fleetguard para el Tractor Oruga Komatsu D85EX; el kit de botellas hidráulicas marca CAT para el Tractor Rueda CAT 814FII; el filtro de combustible marca CAT y el templador de cadena de la misma marca para la Excavadora Oruga Hidráulica CAT 329 DL. Este no es el único problema. El Ejército pagó S/ 2 109 922.82 por sesiones de mantenimiento que no se dieron en su totalidad. Se previó nueve sesiones para el Tractor Oruga Komatsu D85EX; ocho para Excavadora Oruga Hidráulica CAT 329 DL; y nueve para el Tractor Rueda CAT 814FII. Sin embargo, el control de la Contraloría encontró que no se terminó de instalar el protector de la cadena del lado derecho del primer vehículo; no se hizo el mantenimiento requerido a las botellas hidráulicas del “lampón” del tractor a ruedas. Según el informe, tiene indicios de oxidación y desprendimiento del cromado de los vástagos derecho e izquierdo. Mucho menos de instaló el protector ni el templador de cadena, ni las uñas del Ripper de la excavadora pese a que se veía un alto desgaste y sin embargo, el BAC 4 dio la conformidad del servicio el 29 de setiembre.
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Lejos de ser un hecho aislado, se detectó que los repuestos comprados para una camioneta Nissan Navara y un camión tracto remolcador que costaron S/ 5 923 883.16 estaban en el piso del almacén y sin las tarjetas de control.
Una vez más el presidente, el vocal y el secretario del BAC 4 dieron la conformidad de la recepción de estos repuestos y del mantenimiento de los vehículos pese a que según el informe el aire acondicionado de la cabina del camión tracto remolcador estaba inoperativa y en el almacén había repuestos comprados para el mantenimiento de este vehículo que no fueron utilizados.
Esta no es la única observación, ya que de acuerdo con información del Organismo Supervisor de Contrataciones del Estado (OSCE), Inversiones Palmetto EIRL, empresa a la que se pagó por los repuestos y el mantenimiento de estos dos últimos vehículos, no podría contratar con el Estado debido a que Omar Díaz del Solar, socio y representante que excede el 30% de participación en esta empresa, es hermano del coronel de la Fuerza Aérea del Perú, Iván Díaz del Solar.
Pese a estos cuestionamientos a los que habría que sumarle el presunto tráfico de armamento de las FFAA a Ecuador, y los 118 procesos pendientes en el Fuero Militar Policial por pérdida de material de guerra que reveló Perú21, el receso parlamentario habría enfriado la posible censura de Chávez Cresta. En el Ejecutivo las cosas no estarían mejor pues Rospigliosi considera que “no hay interés” en poner orden en estas cuestionadas adquisiciones castrenses.
