Las cámaras trampa: Instrumentos para descubrir nuestra rica biodiversidad

por Edgar Mandujano

Muchos se preguntarán cómo se hace registro del modo de vida de muchas especies de animales en el país. Una de las herramientas que se usan son las cámaras trampa. Se trata de unos instrumentos que nos ayudan a descubrir más acerca de nuestra rica biodiversidad. Estas se usan en las Áreas Naturales Protegidas (ANP) para monitorear especies que muchas veces se encuentran amenazadas.

El uso de cámaras trampa forma parte de una serie de acciones implementadas para estas investigaciones. Además, los especialistas contemplan la realización de entrevistas a personas que habiten cerca o en la zona a investigar. También se desarrollan jornadas de observación directa, así como estudio de pisadas o huellas dejadas por los animales a estudiar.

¿Qué es una cámara trampa?

Es un dispositivo automático usado para tomar fotos de animales en estado salvaje. Se instala en un lugar difícilmente observado por el animal a registrar. La foto se toma automáticamente cuando un sensor de movimiento infrarrojo detecta la presencia del animal. Tras un tiempo el investigador regresa por su cámara para observar las fotos.

Esta herramienta permite registrar animales de hábitos nocturnos o con poca cantidad poblacional. Cabe citar que algunos modelos de estas herramientas permiten tomar fotografías y registrar videos. Generalmente no molestan a los animales y eso facilita mejores registros de sus desplazamientos y conductas.

El caso del Santuario Histórico de Machu Picchu

Las cámaras trampa son empleadas por personal del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp). El uso que se le da se produce en las ANP del país para el monitoreo de la diversidad biológica que se conserva en estos espacios. Esto ha permitido descubrir e identificar varias especies de fauna silvestre de gran importancia y valor ecológico.

Descubrimientos gracias a las cámaras trampa

Recientemente, tres nuevas especies de mamíferos fueron registradas en el Santuario Histórico de Machu Picchu. El hallazgo fue hecho por investigadores del Museo de Biodiversidad del Perú y Conservación del Oso de Anteojos y del Sernanp. Las nuevas especies registradas fueron el yaguarundí, machetero y ardilla. Este logro comprendió el uso de 200 cámaras trampa en dicha ANP.

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