El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Enrique Alcántara Medrano, llevó a cabo una visita de trabajo al Penal de Varones de Trujillo y al Centro Juvenil de Diagnóstico y Resocialización (CJDR) de la misma ciudad, en un esfuerzo por supervisar los avances de las políticas implementadas en el sistema penitenciario y de resocialización en el país.
El principal objetivo de la visita fue impulsar mejoras en el tratamiento de los internos, garantizar su reintegración efectiva a la sociedad y asegurar que los mecanismos de resocialización y convivencia dentro de estos centros sean adecuados para fomentar una cultura de orden, respeto y productividad.
El Penal de Varones de Trujillo: Un modelo de orden y limpieza
Durante su recorrido por el penal, el ministro Alcántara supervisó las unidades de albergue, entre ellas los denominados pabellones ‘emblemáticos’, los cuales destacan por su orden y limpieza. Esta mejora, implementada como parte de la política del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), tiene como objetivo transformar el entorno del penal, lo que, según el ministro, influye positivamente en la convivencia y en los procesos de resocialización de los internos.
“La modernización del sistema penitenciario comienza aquí, con el mantenimiento del orden y la limpieza. Si logramos mantener ordenadas las celdas, estamos transformando la convivencia, lo que contribuye a la resocialización de quienes se encuentran privados de su libertad”, señaló Alcántara Medrano.
Este enfoque se aplicará como un modelo que será replicado en otros establecimientos penitenciarios del país, con el fin de garantizar que todos los penales del Perú cuenten con condiciones mínimas de higiene, orden y seguridad que favorezcan tanto a los internos como al personal encargado de su supervisión.
Cárceles Productivas: Impulsando la reinserción laboral de los internos
Además de supervisar las condiciones de los pabellones, el ministro Alcántara también visitó los talleres donde los internos participan activamente en el programa Cárceles Productivas. Este programa tiene como objetivo enseñar a los internos competencias laborales que les permitan una reinserción social más efectiva una vez que recuperen su libertad.
En el Penal de Varones de Trujillo, los internos están capacitados en la fabricación de prendas de vestir y calzado, productos que son adquiridos por empresas que mantienen convenios con el INPE. Este tipo de talleres no solo les ofrece una ocupación productiva, sino que también les permite generar ingresos y habilidades que serán útiles una vez fuera del sistema penitenciario.
El programa Cárceles Productivas ha demostrado ser un componente clave en el proceso de resocialización de los internos, ayudando a reducir las tasas de reincidencia, al dotar a los exconvictos de herramientas para llevar una vida más estable y menos propensa a actividades delictivas tras su liberación.
Mejoras en el Centro Juvenil de Diagnóstico y Resocialización
El ministro Alcántara no solo supervisó el penal de varones, sino que también se dirigió al Centro Juvenil de Diagnóstico y Resocialización de Trujillo (CJDR), un establecimiento que acoge a adolescentes en conflicto con la ley penal. En este centro, se están llevando a cabo importantes trabajos de mejoramiento de infraestructura y modernización de servicios con el fin de proporcionar un ambiente adecuado para la resocialización de los jóvenes.
Uno de los aspectos más destacados de la visita fue la mejora en el área de cocina e instalación de una nueva matriz de energía eléctrica, lo que permitirá brindar mayor seguridad y confort a los adolescentes que residen en el centro.
“Estamos haciendo mejoras físicas en el centro, y también estamos creando nuevos talleres formativo-laborales. El de banda musical ya ha sido reiniciado con buenos resultados”, indicó Alcántara.
Este centro tiene una capacidad de 230 adolescentes, y su misión es ofrecerles oportunidades para que puedan reinsertarse en la sociedad de manera productiva y sin reincidir en delitos.
Nuevas oportunidades para los adolescentes en conflicto con la ley
El CJDR de Trujillo ofrece a los adolescentes talleres formativos en diversas áreas, como bisutería, electricidad y cerámica utilitaria. Estos talleres no solo buscan desarrollar habilidades prácticas, sino también fortalecer valores como la responsabilidad, el trabajo en equipo y la disciplina.
Próximamente, se incorporarán nuevos talleres de barbería y repostería, lo que brindará a los jóvenes más opciones para su desarrollo profesional y personal.
El titular del Ministerio de Justicia destacó la importancia de estos espacios de aprendizaje, señalando que los jóvenes que participan activamente en estos talleres pueden mejorar significativamente sus perspectivas futuras, con herramientas que los preparan para una vida fuera del sistema penitenciario.
El papel crucial de la resocialización en el sistema penitenciario
Tanto el Penal de Varones de Trujillo como el Centro Juvenil de Diagnóstico y Resocialización son fundamentales en la política de resocialización del gobierno peruano. La resocialización es un proceso que busca transformar la vida de los internos y adolescentes en conflicto con la ley, dándoles las herramientas necesarias para su reinserción social y laboral. Para ello, se han diseñado una serie de políticas orientadas a mejorar las condiciones de vida, proporcionarles capacitación laboral y fomentar su participación en programas que contribuyan a su rehabilitación integral.
Con estas iniciativas, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos busca establecer un modelo que no solo permita mejorar la calidad de vida de los internos y adolescentes, sino que también apunte a reducir la reincidencia delictiva y contribuir a la construcción de una sociedad más segura y justa.
Un paso hacia la modernización del sistema penitenciario
Las recientes inspecciones del ministro Enrique Alcántara Medrano en el Penal de Varones de Trujillo y el Centro Juvenil de Diagnóstico y Resocialización reflejan un esfuerzo por transformar el sistema penitenciario en el Perú, basándose en principios de orden, limpieza, capacitación laboral y reinserción social.
La política de modernización aplicada en Trujillo servirá como modelo para otros centros penitenciarios a nivel nacional, buscando una mejora integral en la vida de los internos y adolescentes en conflicto con la ley. La implementación de estos cambios es un paso crucial para lograr una verdadera resocialización y reducción de la reincidencia en el país.