La presidenta Dina Boluarte justificó este martes los efectos devastadores de las lluvias que han golpeado el Perú, especialmente el derrumbe del puente de Chancay ocurrido el 13 de febrero, que dejó víctimas mortales. Durante un encuentro con los alcaldes de Arequipa, Moquegua, Puno y Tacna, Boluarte explicó que, aunque se habían tomado medidas preventivas, como el monitoreo del clima a través del Senamhi, las lluvias fueron más intensas de lo que se había previsto. Aseguró que no se pensó que llovería con tal magnitud, ya que los pronósticos indicaban lluvias típicas para la temporada.
Sin embargo, durante su intervención, la mandataria fue abucheada por los burgomaestres, quienes rechazaron la respuesta del Gobierno ante los desastres. Los alcaldes expresaron su descontento porque la presidenta mencionó que la entrega de maquinaria para prevención se limitaría a las regiones más pobladas, lo que generó una fuerte interrupción durante su discurso. Boluarte defendió la decisión explicando que, de distribuir maquinaria a todos los distritos, algunos equipos quedarían sin uso.
La situación desnudó el creciente malestar de los alcaldes con el manejo del Gobierno central frente a las emergencias. Los líderes locales solicitaron respuestas más eficaces y mayor apoyo para enfrentar los desbordes de ríos y los desastres provocados por las lluvias. La mandataria, por su parte, intentó recalcar la necesidad de una distribución ordenada y estratégica de los recursos, pero no logró calmar la frustración general.
A pesar del rechazo, la presidenta reiteró su compromiso de seguir trabajando en medidas de prevención y mejorar la respuesta ante desastres. La reunión reflejó la tensión entre el Gobierno y las autoridades locales, quienes exigen soluciones más rápidas y efectivas para mitigar el impacto de las lluvias que continúan afectando al país.