La sinfonía de Dayner Tafur-Díaz

Por Marce Rosales | El joven director peruano triunfa en Europa y se une a la Filarmónica de Berlín como asistente.

por marcerosalescordova@gmail.com
DAYNER TAFUR-DÍAZ

A sus 26 años, el director de orquesta chimbotano Dayner Tafur-Díaz no solo ha conquistado varios escenarios europeos, sino que también ha ganado un prestigioso puesto como asistente del renombrado director Kirill Petrenko en la Filarmónica de Berlín.

Comenzó su carrera musical como trompetista en la orquesta de su colegio, tocando géneros como salsa y cumbia. Sin embargo, tiempo después se uniría a la Orquesta Sinfónica Infantil Juvenil del Centro Cultural Centenario – Chimbote. Esto marcaría la transición entre la música popular y la clásica. Más adelante, en 2017, se mudó a Alemania para estudiar dirección de orquesta. Desde entonces, ha trabajado con numerosos conjuntos y orquestas juveniles, y ha ganado varios concursos internacionales, consolidándose como una de las promesas en su rubro.

La Filosofía del Fracaso

Por supuesto que llegar a donde está ahora no ha sido fácil. En su canal de Youtube siempre resalta los numerosos obstáculos que ha tenido que enfrentar. Para Dayner, el fracaso no es una señal de derrota, sino una oportunidad de aprendizaje. “Siempre digo, intentar fracasar lo más posible”, comenta con mucha serenidad desde su casa en Stuttgart. “En las redes sociales se publica todo lo que sale bien, pero hay muchas cosas que me salen mal”. Recuerda casos recientes, como cuando se postuló a la Filarmónica de Londres, donde fue rechazado.

Su enfoque es claro: la mejora continua y la práctica constante, sea en la música o en cualquier otra disciplina, como su reciente deseo de escribir un libro. “Yo no soy un escritor profesional y sé que tengo que escribir mucho hasta llegar a conseguir un nivel que ahora no tengo, pero practicando se consigue en algún momento”, admite.

El Hito en Berlín

El 9 de junio ganó el concurso llamado popularmente Siemens, ya que esta empresa tiene un fondo destinado al arte, que lo llevó a la Filarmónica de Berlín. Pero este logro no llegó sin un proceso riguroso. Aplicó de forma online y luego de varios filtros, pasó a una selección presencial de la que salió como ganador.

La Karajan Academy, una academia dentro de la Filarmónica, ofrece este puesto de asistente cada dos años. “Es una forma de pasar de la teoría a la práctica porque ya se tiene un contacto directo con una institución importante”, comenta. Su labor principal será asistir al director principal, lo que implica una serie de responsabilidades que van más allá de la mera observación. Desde escuchar con partitura en mano para detectar mejoras hasta dirigir ensayos, su rol es crucial para el funcionamiento fluido de la orquesta.

El trabajo de un asistente de director en una orquesta de este calibre es multifacético. “Es básicamente ser la mano derecha del director”, dice. Su posición le permite tener una perspectiva más amplia del sonido y la ejecución, algo esencial para la calidad del rendimiento. Además, hay momentos en los que, si el director principal no puede estar presente, el asistente debe tomar la batuta, literalmente. Recuerda que en enero, cuando se encontraba participando en otro proyecto, el director no pudo presentarse. “Al final yo tuve que dirigir el concierto”, recuerda.

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Aprendizaje Continuo

Recientemente participó en la clase magistral de Paavo Järvi, uno de los directores más respetados, en el Concertgebouw de Ámsterdam, siendo la orquesta principal de la ciudad y también una de las mejores del mundo actualmente. 

Más allá de su trabajo en los escenarios, ha encontrado en las redes sociales una plataforma para compartir su conocimiento y pasión por la música. En su canal de YouTube, ofrece contenido variado, desde explicaciones sobre óperas hasta consejos sobre cómo entender la música clásica. También hay algunos videos en donde se le puede ver dirigir. En estos, uno puede ver la pasión en sus movimientos. Su cuerpo fluye al compás de la música, transmitiendo una energía que inspira a los músicos y cautiva al público.

Como un director frente a su orquesta, sabe que la música de la vida se compone de altos y bajos, y es su habilidad para transformar cada nota en armonía lo que asegura que su sinfonía personal estará bien encaminada, como lo viene demostrando hasta ahora.

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