Hernando de Soto vuelve al ruedo. El economista y autor de El otro sendero y El misterio del capital confirmó su precandidatura presidencial por la alianza Capital Popular. Lo hace con una propuesta que combina diagnóstico técnico, experiencia internacional y una lectura particular de los cambios que están sacudiendo el orden global. Pero también lo hace sabiendo que debe explicar con claridad quién es, qué propone y qué lo diferencia de los demás.
Y lo hace con un deslinde clave. En su campaña anterior, las cámaras lo mostraron acompañado por el controvertido conductor de televisión Andrés Hurtado, alias “Chibolín”. Hoy, De Soto toma distancia: “La gente dice: ‘Oye, Chibolín era tu asesor’. No. Mi mayor asesor fue Carlos Álvarez”.
Álvarez, el comediante, no le resulta ajeno. “Carlos ha sabido interpretar el sentimiento nacional. No es solo un comediante, es una especie de Clinton peruano: logra conectar con el dolor de la gente. Eso en política vale oro”. De Soto también menciona a Beto Ortiz entre sus consejeros informales: “Con Beto bailé ante las cámaras y eso quedó impreso. Pero lo importante es que ellos, al venir del espectáculo, leen muy bien a su público. Saben cuándo y cómo decir algo para que cale”.
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