La Llamada de  Ámsterdam

El Congreso se vio obligado a decapitar al díscolo ministro del Interior Juan José Santiváñez. Dina Boluarte lo ha reemplazado por un personaje que también carga una mochila previa, el general de la Policía en retiro Julio Díaz Zulueta. Lo que no ha cambiado un ápice, en estos días de estado de emergencia, es el ataque feroz y omnipresente de los extorsionadores, sicarios y asaltantes. Y es que luchar contra la delincuencia desbordada no es una responsabilidad exclusiva del ministerio del Interior, también están el Ministerio Público y el Poder Judicial. Solo falta que depongan sus broncas intestinas y se pongan a trabajar juntos, contra el único enemigo común.