Un legado que la reciente CADE dejó a Arequipa fue el “entregable” Epicentro, un piloto en el Centro Histórico para su desarrollo de la renovación urbana sostenible. Esto incluye mejorar la experiencia ciudadana, fortalecer el patrimonio histórico, lidiar con las condiciones climáticas e incrementar la seguridad en la zona. El sector privado financia la iniciativa.
El primer capítulo viene con el mejoramiento de la calle Santa Catalina, de por sí una de las más hermosas del Perú. En esta entrega se incluye la instalación de iluminación LED con paneles solares para mejorar la seguridad y reducir el consumo energético; la implementación de un sistema de cámaras de video vigilancia en los negocios del sector e interconectadas a las cámaras de la municipalidad y la comisaria; y la instalación de macetones de concreto con árboles locales y geranios en todas las ventanas del sector.
En la primera cuadra de la calle, al lado de la Plaza de Armas, se encuentra el Centro Cultural de la UNSA, la Universidad Nacional San Agustín. Fundado en 2017, ocupa el espacio de una de las casonas más entrañables de la Ciudad Blanca: la casa Arróspide o Irribery, construida en 1743. La conocían como la casa parlante por sus mensajes tallados sobre el sillar.
Hoy los mensajes son culturales, y frecuentes. Desde que abrió sus puertas al público, el Centro Cultural ha alojado alrededor de 500 exposiciones en sus ocho galerías. Se trata de un concepto que, más allá de diferencias y altibajos entre las exposiciones, dejan al espectador satisfecho tras la visita. El saludable porcentaje de exposiciones de artistas locales es otro punto a favor. Todo además del resto de agenda cultural que incluyen talleres y películas.
El CCUNSA es de parada obligada en una calle que incluye el emblemático convento de clausura que lleva el mismo nombre y el local de la Alianza Francesa, otro destacado escenario cultural en Arequipa.
El esfuerzo por mejorar un centro histórico único en el continente contrasta con el tráfico inmanejable en Arequipa, ya que los traslados dentro de la ciudad pueden demorar una hora. Los esfuerzos por peatonalizar el centro van en la dirección correcta, aunque el precio a pagar sean los cada vez más infranqueables embotellamientos circundantes.
En ese sentido, Gonzalo Galdós, presidente de IPAE con el que Dina Boluarte no quiso conversar –no quería conversar con nadie, en realidad, al final faltó al evento porque a última hora demandó leer su intervención y marcharse sin preguntas– propuso “refundar Arequipa con su original carácter industrial y agropecuario alrededor de Majes Sihuas” y a la vez “entregarle” al mundo su centro histórico como ciudad monumental. Una propuesta que hoy puede sonar imposible, pero que no lo es tanto si se toma en cuenta la agenda en marcha. Lo de un centro arequipeño libre de tráfico sí sería un presente plantado en las faldas del volcán.