Hoy mismo Corea del Sur atraviesa una grave crisis política. El miércoles 11, la policía allanó la oficina del presidente Yoon Suk Yeol en el marco de las investigaciones para determinar si cometió el delito de insurrección cuando impuso la ley marcial en el país. La indignación contra la medida hizo que retrocediera a las pocas horas. Hoy el presidente se encuentra aislado incluso de su propio partido, aunque lo salvaron de un impeachment inmediato, pero su destino aparentemente inevitable es el de la eventual destitución. Su exministro de Defensa, Kim Yong-hyun, intentó suicidarse el martes luego de ser detenido, pero fue controlado por los efectivos policiales.
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