Cia de Minas Buenaventura S.A.A. (BVN) ha experimentado cambios significativos en su estructura accionaria tras la adquisición del 18.9% de sus acciones por parte de Antofagasta Plc, la empresa chilena controlada por la familia más rica de Chile.
A pesar de haber transcurrido más de un mes desde esta operación, la entrada de Antofagasta en Buenaventura sigue siendo percibida como una colaboración estratégica para impulsar el crecimiento en el sector del cobre.
Comentario: Hace un poco más de un mes, la Compañía de Minas Buenaventura S.A.A., empresa líder en metales preciosos y básicos en Perú, anunció que Antofagasta Plc, la empresa chilena controlada por la familia más rica de Chile, adquirió el 18.9% de sus acciones por $463 millones de dólares. Esta operación se destacó como parte de la estrategia de diversificación geográfica de Antofagasta.
Desde entonces, Buenaventura y Antofagasta han estado en conversaciones para establecer un marco de colaboración en asuntos estratégicos, operativos y financieros. Este diálogo incluye la posibilidad de que Antofagasta tenga representación en el directorio de Buenaventura. Recientemente, la junta de accionistas de Buenaventura convocó una reunión para considerar una reforma parcial de estatutos que facilita la inclusión de dos directores propuestos por Antofagasta.
Aunque ha pasado más de un mes desde la adquisición, la entrada de Antofagasta en Buenaventura sigue siendo vista como una alianza para impulsar los planes de crecimiento en el sector del cobre, más que como una amenaza para el control de la empresa peruana. Las acciones de Buenaventura han experimentado un aumento de más del 50% desde que Antofagasta reveló su participación del 19%, consolidándose como el mayor accionista después de los fundadores de la minera peruana.
Según los indicadores fundamentales, la Compañía de Minas Buenaventura S.A.A. (BVN) presenta una posición fuerte en el mercado. Aunque su relación precio-ganancias (P/E) actual es de 39.69, indicando un valor de la acción relativamente alto en comparación con sus ganancias por acción (EPS) de 0.38, se espera un significativo aumento del EPS en el próximo año, lo que podría interpretarse como una señal positiva para los inversionistas.
En cuanto a los gráficos, aunque la acción ha experimentado un crecimiento positivo desde diciembre llevando el precio a niveles de sobrecompra, la consolidación por encima de las medias móviles y la proximidad a la zona de máximos sugiere una continuidad en favor de los compradores. El próximo objetivo podría proyectarse hacia la resistencia de 16.75, seguida de la zona psicológica de 17.71. Por otro lado, los vendedores podrían considerar una toma de ganancias a medida que persistan las señales de divergencia evidenciadas en el MACD. En caso de que se desarrolle un movimiento bajista, los niveles objetivos se estimaron alrededor del soporte de 12.74.