(EUROPA PRESS) –
‘Los asesinos de la luna’, la nueva película de Martin Scorsese. Protagonizada por Leonardo DiCaprio, Robert De Niro y Lily Gladstone, y basada en el libro ‘Los asesinos de la luna de las llores: Los crímenes en la nación Osage y el nacimiento del FBI’ del periodista David Grann, la cinta relata la muerte de más de 60 miembros de la nación de Osage de Oklahoma (Estados Unidos) por parte de un entramado de colonos blancos que, tras ganarse la confianza de los nativos, buscaban hacerse con sus tierras y fortuna derivada del petrolero.
Unos crímenes perpretrados a principios del siglo XX que el director de ‘Taxi Driver’, ‘Infiltrados’ o ‘El irlandés’ define como “una especie de genocidio silencioso” y que lleva a la gran pantalla de la forma “más fidedigna y honesta posible”. Algo que ha intentado hacer desde el “respeto absoluto y total” a la cultura de los indios americanos, pero sin caer en un estilo “hagiográfico” ni “en la trampa” de todos esos lugares comunes que van desde generalidades como “los nobles nativos” hasta “el cliché de las víctimas o del indio borracho”.
“¿Cómo podemos ser sinceros y auténticos y además tener respeto y dignidad al lidiar con la verdad?”, se pregunta Scorsese en un una videoconferencia con diversos medios internacionales entre los que se encontraba Europa Press y en la que subrayó en varias ocasiones lo importante que fue para él viajar hasta Oklahoma e “involucrarse” para conocer de primera mano la cultura de los Osage, sus “rituales y momentos espirituales” para incluirlos en la película.
Acompañado del guionista Eric Roth (‘Dune’, ‘El dilema’, ‘Forrest Gump’) con el que firma el libreto del filme, al inicio de la preproducción del filme el cineasta se reunió con Geoffrey Standing Bear, el líder actual de la nación Osage, y más personalidades destacadas de la comunidad. “Mi primer encuentro con el jefe y su grupo fue muy diferente de lo que esperaba. Ellos, naturalmente, tenían muchas reservas y tuve que explicarles que iba a abordar su historia de la forma más honesta y justa como me fuera posible”, recuerda Scorsese que, asesorado por un nutrido grupo de expertos, ha intentado recrear todas las tradiciones de la tribu, incluso las más místicas, desde la absoluta fidelidad.
UNA TIERRA “TAN HERMOSA COMO SINIESTRA”
“Cuando la gente habla de todo eso, usan esa expresión que ahora no recuerdo… realismo mágico, místico o algo así. Pero no. Esto es real. En la película aparecen los sueños y los sueños son reales, sus ancestros se les aparecían. El búho, en cierto sentido, es real. Y de alguna manera también lo es para mí, así que quería saber cómo era posible y jugar con el contraste entre sus costumbres y el mundo blanco europeo”, asegura Scorsese.
Pero además de zambullirse de lleno en los ritos y usos más espirituales del pueblo Osage, el viaje al escenario de los truculentos hechos que relata en ‘Los asesinos de la luna’ también ayudó al director a comprender mejor cómo pudo perpretrarse esa oleada de fraudes, traiciones y crímenes de forma tan impune durante años. A día de hoy, de hecho, algunas muertes siguen todavía sin resolverse.
“Empecé a darme cuenta de que aquella tierra en sí misma podría ser siniestra. En otras palabras, si estás en un lugar tan remoto como este y no ves gente durante millas a la redonda… crees que puedes hacer cualquier cosa. Y cuando estuve allí me di cuenta de que es un lugar en el que no importa la ley. Sí, la ley está vigente, pero no funciona de esa manera. Puedes hacer que la ley sea útil para ti si eres lo suficientemente listo, tal y como sabemos ahora”, reflexiona el director de ‘Malas calles’, ‘Toro salvaje’ o ‘Gangs of New York’.
En este sentido, Scorsese reconoce que aquellas vastas tierras le parecieron “tan hermosas como siniestras”. “Lo que yo quería, en última instancia, era capturar la naturaleza del virus, de ese cáncer que dio lugar a esa especie de genocidio silencioso”, insiste.
“PECADO POR OMISIÓN Y SILENCIOS CÓMPLICES”
Y precisamente con este objetivo, continúa Scorsese, es por lo que la película pone el foco en la historia de amor de Mollie y Ernest Burkhart. Él, interpretado por DiCaprio, es un buscavidas holgazán y poco versado que acaba de llegar del frente y se instala en Osage al abrigo de la buena vida que le promete su tío, William Hale, el hombre encarnado por De Niro que conoce y maneja todos los resortes y secretos más oscuros del contado. Ella, interpretada por la imponente Lily Gladstone, es una nativa india cuya familia acumula una de las mayores riquezas de la comunidad y que ve cómo la avaricia de los blancos está devorando a su pueblo.
“Fuimos con la historia con Molly y Ernest porque es la base de la película. Es una historia de amor y la base del amor es la confianza. Así que cuando hay una traición de esa manera, de esa forma tan profunda, y ahora sabemos por los hechos históricos que fue así, era ahí donde estaba nuestra historia”, señala Scorsese que recuerda cómo el filme fue “mutando” a medida que la historia de los Osage y la relación de Molly y Ernest ganaba más peso en detrimento de la investigación y pesquisas del FBI sobre los asesinatos.
“Fue entonces cuando Leo (DiCaprio) decidió interpretar a Ernest en lugar de a Tom White”, recuerda el director que finalmente encontró en Jesse Plemons al actor para encarnar al agente del Gobierno que encabeza la investigación de los crímenes en el tramo final del filme. “En ese momento comenzamos a reelaborar el guión y en lugar de ser una historia de alguien que viene desde afuera para descubrir quién lo hizo”, ‘Los asesinos de la luna’ pasó a ser “una película desde adentro hacia afuera”. “Una película sobre quién no lo hizo, una historia de pecado por omisión y de complicidad silenciosa en determinados casos”, sentencia.
Junto a DiCaprio, Gladstone, De Niro y Plemons, completan el reparto principal de ‘Los asesinos de la luna’ Tantoo Cardinal, John Lithgow, Brendan Fraser, Cara Jade Myers, JaNae Collins, Jillian Dion, William Belleau, Louis Cancelmi, Tatanka Means, Michael Abbot Jr., Pat Healy, Scott Shepard, Jason Isbell y Sturgill Simpson.