Dos unidades de la empresa de transportes La Estrella SAC, que cubren la ruta Callao-Dominicos, quedaron completamente calcinadas la madrugada del lunes 1 de diciembre en el distrito limeño de San Martín de Porres. Según las primeras investigaciones de la Policía Nacional, el hecho correspondería a un presunto ataque extorsivo, luego de que la compañía se negara a continuar pagando los “cupos” exigidos por delincuentes para garantizar la seguridad de sus vehículos.
Testimonios de trabajadores de la empresa, que prefirieron mantener su identidad en reserva por temor a represalias, indicaron que los conductores venían realizando pagos diarios de entre 20 y 30 soles, supuestamente para evitar atentados contra sus unidades. Sin embargo, ante la negativa de continuar abonando el dinero, los delincuentes habrían optado por un ataque incendiario que dejó pérdidas materiales significativas.
Pagos diarios y amenazas constantes
Según las declaraciones de los conductores, la extorsión no es un hecho aislado. Los choferes señalaron que ya habían sufrido amedrentamientos previos, pero esta vez los criminales “cruzaron los límites” al prender fuego a los buses. El temor entre los trabajadores y directivos de la empresa es latente, evidenciado por la ausencia de declaraciones de familiares de los afectados en la escena del siniestro.
“La empresa venía cumpliendo con estos pagos de ‘seguridad’, pero no esperábamos que la situación escalara hasta un atentado tan violento. Esto demuestra la gravedad de la extorsión contra el sector transporte”, afirmó uno de los trabajadores bajo anonimato.
Control de las llamas y seguridad de las personas
Al lugar del incendio llegaron de manera inmediata unidades del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios, quienes lograron controlar las llamas y rescatar a las personas que se encontraban en las inmediaciones. Afortunadamente, no se reportaron heridos ni víctimas mortales, aunque los daños materiales a los vehículos son considerables.
El siniestro dejó un clima de alarma en la zona, con vecinos y transeúntes observando cómo los bomberos combatían el fuego. Las imágenes de los buses calcinados evidencian la magnitud del ataque y la peligrosidad del delito de extorsión en la capital.
Investigación policial y medidas a seguir
La Policía Nacional del Perú (PNP) ya inició las diligencias correspondientes para esclarecer los hechos, determinar el móvil exacto del crimen y identificar a los responsables del ataque. Se espera que las cámaras de seguridad de la zona y los testimonios de los conductores sean piezas clave en la investigación.
Autoridades del sector transporte han señalado que este tipo de ataques no solo afecta a las empresas, sino también a los pasajeros y al normal funcionamiento de la movilidad urbana, generando un clima de inseguridad en distritos como San Martín de Porres.
Extorsión en el transporte: un problema persistente
El caso de La Estrella SAC no es aislado. Diversos reportes de transportistas en Lima y otras ciudades del país han denunciado pagos obligatorios a bandas criminales que buscan imponer “protección” sobre unidades de transporte público y privado. La PNP ha reforzado la vigilancia y los operativos en zonas de riesgo, pero los especialistas advierten que la solución requiere una coordinación más estrecha entre autoridades y empresas, así como sanciones efectivas contra los grupos criminales que realizan estas extorsiones.
Llamado a las autoridades
Frente a la magnitud de estos hechos, los directivos de la empresa y los trabajadores han pedido mayor presencia policial en rutas críticas y apoyo de la Fiscalía Especializada en Delitos de Extorsión para garantizar que los responsables sean identificados y sancionados. La ciudadanía también observa con preocupación cómo la violencia afecta a sectores estratégicos como el transporte, esencial para la vida diaria de miles de limeños.
La investigación continúa en curso y se espera que en los próximos días la PNP dé a conocer avances sobre la identificación de los atacantes. Mientras tanto, el sector transporte sigue en alerta ante posibles nuevas amenazas y exige medidas más contundentes para frenar la extorsión que afecta a la capital.