El colectivo TLGB respondió con firmeza a las declaraciones del presidente interino José Jerí, luego de que afirmara en una entrevista televisada que no está “convencido” de apoyar el derecho a la adopción por parte de parejas homoparentales. La Red Peruana TLGB calificó la postura del mandatario como estigmatizante y acusó al Ejecutivo de promover una ciudadanía de “derechos a medias”.
El pronunciamiento, difundido el 24 de noviembre, surgió tras la entrevista que Jerí brindó a Beto Ortiz, en la que reiteró que respalda la unión civil pero descartó avanzar hacia derechos como el matrimonio igualitario o la adopción. La Red respondió con un mensaje contundente: “Ni somos violadores ni merecemos migajas”, en alusión a los prejuicios que, aseguran, están detrás del argumento del “interés superior del niño” utilizado por el mandatario.
Según la organización, vincular a la población LGBTI+ con un supuesto riesgo para niñas, niños y adolescentes no solo carece de evidencia, sino que también perpetúa estereotipos históricamente usados para restringir derechos civiles. “Si el presidente realmente se preocupara por la niñez, presentaría propuestas concretas para enfrentar la violencia sexual que viven miles de menores en el Perú”, subraya el documento.
La Red TLGB también cuestiona que el Gobierno plantee una ciudadanía diferenciada al defender la unión civil pero no el matrimonio igualitario ni la posibilidad de formar familias con las mismas garantías legales. “No demandamos matrimonio religioso. Exigimos igualdad civil”, recalca el texto.
El pronunciamiento se difunde en la antesala del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, fecha en la que diversos colectivos marcharán en todo el país. En ese contexto, la Red envió un mensaje directo al mandatario: “La población LGBTI+ no es violadora ni sospechosa. No aceptaremos migajas en vez de derechos”.
La entrevista que generó la polémica
En la conversación emitida el 23 de noviembre, Jerí expresó que varios sectores políticos temen que la aprobación de la unión civil abra camino a reformas más amplias, como el matrimonio igualitario o la adopción homoparental. “Hay límites”, dijo, marcando su postura: unión civil sí, adopción no.
El presidente interino también habló sobre religión, recordando su pasado como acólito por casi diez años. Aunque afirmó que la Iglesia debe estar separada del Estado, defendió la permanencia del curso de religión en los colegios por brindar un “norte” a los estudiantes.
La Red TLGB sostiene que estas declaraciones reflejan una visión conservadora que limita derechos fundamentales. Y advierte que la igualdad civil no puede depender del grado de “preparación” que atribuya un gobernante a la sociedad, sino de garantías constitucionales.