El emporio comercial de Gamarra, en el distrito de La Victoria, volvió a ser escenario de una intervención policial por delitos de propiedad intelectual y comercio ilícito. Agentes de la División de Delitos Económicos y Financieros de la Policía Nacional del Perú (PNP) incautaron una gran cantidad de ropa falsificada de marcas internacionales en la galería Markata, ubicada en el denominado Damero B del conglomerado textil.
Durante el operativo, se descubrió que decenas de comerciantes vendían prendas falsificadas con etiquetas y logos de Hugo Boss, Tommy Hilfiger y Louis Vuitton, entre otras marcas de alto valor comercial. Según los investigadores, esta práctica genera un grave perjuicio económico tanto a las marcas registradas como al propio mercado formal peruano.
Una intervención reiterada
El coronel Luis Erasmo Burgos, jefe de la unidad policial a cargo, informó que esta es la segunda intervención que se realiza en el mismo local por flagrancia delictiva. “Encontramos prendas con etiquetas y empaques idénticos a los originales. Los productos eran vendidos a precios muy por debajo de su valor real en el mercado, lo que constituye un acto de competencia desleal y vulneración de derechos de autor”, explicó el oficial.
La acción policial forma parte de una estrategia nacional de fiscalización para combatir la falsificación de productos en los principales polos comerciales del país. Según Burgos, Gamarra es uno de los puntos donde se concentra la producción y distribución de mercancía apócrifa, que luego es vendida al por mayor en ferias y comercios informales en Lima y regiones del norte y sur del país.
Volumen del decomiso: 250 sacos de ropa falsificada
Durante la inspección, la Policía intervino 60 stands comerciales, solo en el sótano de la galería Markata. Allí se hallaron aproximadamente 250 sacos de ropa falsificada, con un valor estimado de varios millones de soles si se compara con los precios del mercado formal.
Entre las prendas incautadas se encontraron polos, jeans, casacas, buzos y zapatillas, todos con etiquetas y diseños idénticos a los de las marcas originales, pero de menor calidad. Algunas prendas incluso simulaban etiquetas de certificación de importación para evitar el control aduanero.
Fuentes policiales no descartan que parte de la mercancía haya sido elaborada en talleres clandestinos dentro de Lima o importada desde países asiáticos mediante contrabando. “Estos productos ingresan al país a través de canales no declarados y terminan en las galerías bajo la apariencia de ropa de marca. Es una cadena de delito que involucra fabricación, distribución y venta”, detalló un agente participante en la operación.
Destino de las prendas incautadas
El coronel Burgos explicó que la ropa decomisada será trasladada a los almacenes de la Fiscalía, donde permanecerá mientras se desarrolla la investigación judicial. Una vez culminado el proceso, y tras una orden judicial, las prendas podrían ser donadas a albergues o instituciones sociales, siempre que las marcas y logos falsificados sean retirados o inutilizados previamente.
“La ley establece que estos productos no pueden ser comercializados nuevamente. Sin embargo, existe la posibilidad de donarlos a organizaciones benéficas, lo que permite darles un destino social tras su inutilización”, indicó el jefe policial.
La Fiscalía Provincial de Delitos Aduaneros y Contra la Propiedad Intelectual será la encargada de determinar el grado de responsabilidad penal de los propietarios de los stands intervenidos, quienes podrían enfrentar penas de entre 4 y 8 años de prisión por los delitos de falsificación y comercialización de productos no auténticos.
Repercusiones para el comercio formal
El emporio de Gamarra, considerado el corazón textil del Perú, enfrenta desde hace años una crisis de informalidad que afecta a cientos de empresarios formales. Los gremios del sector han denunciado que el ingreso masivo de ropa falsificada o de contrabando reduce la competitividad de los productores legales y desacelera las ventas locales.
Además, la venta de copias ilegales tiene un impacto directo en la recaudación fiscal, al evadir el pago de impuestos y afectar el mercado interno. “Cada polo o jean falsificado que se vende a mitad de precio representa una pérdida para el Estado y para el productor que cumple con la ley”, explicó un representante del gremio de empresarios de Gamarra.
En paralelo, Indecopi continúa recibiendo denuncias de consumidores que compran productos falsificados creyendo que son originales. La institución ha lanzado campañas informativas sobre cómo identificar prendas auténticas y evitar el comercio ilegal.
Próximos operativos en Lima y regiones
La Policía Nacional anunció que continuará con los operativos de fiscalización en otras galerías del Damero B y en zonas de alto tránsito comercial como Las Malvinas, Mesa Redonda y Polvos Azules, donde también se detecta la venta de ropa, accesorios y calzado falsificado.
El coronel Burgos adelantó que en los próximos días se coordinarán acciones conjuntas con la Fiscalía y el Ministerio de la Producción para intervenir depósitos y talleres donde se presume que se fabrican las imitaciones. “Vamos a seguir golpeando la cadena completa: desde los talleres clandestinos hasta los puntos de venta”, advirtió.
Las autoridades insisten en que estas operaciones buscan proteger la economía formal y los derechos de los consumidores, además de garantizar la competencia leal en el mercado textil nacional.