Ion Jauregui, analista de ActivTrades.
El conglomerado mediático de la familia Murdoch entra en una nueva era. Tras años de disputas internas, Lachlan Murdoch ha consolidado su posición como heredero del imperio que encabeza su padre, Rupert Murdoch, el patriarca de 94 años que ahora asume un rol de Chairman Emeritus.
La decisión zanja el pulso entre los hermanos y otorga gobernabilidad a dos gigantes que cotizan en bolsa: News Corp y Fox Corp, dueños de marcas como The Wall Street Journal, The Sun y la cadena Fox en Estados Unidos.
La sucesión asegurada
El acuerdo implicó que los hermanos Prudence, Elisabeth y James abandonen el fideicomiso familiar a cambio de US$ 1.100 millones cada uno, financiados mediante la venta de acciones. El movimiento recuerda a los años 90, cuando Rupert compró las participaciones de sus hermanas para garantizar un mando único.
El mensaje es claro: en la familia Murdoch se privilegia la unidad de liderazgo sobre la fragmentación accionaria, una estrategia clave en un sector donde la influencia política y cultural pesa tanto como los resultados financieros.
Los desafíos de Lachlan
El nuevo líder enfrenta un panorama complejo:
La transición digital frente al declive de la prensa impresa.
La caída de la publicidad tradicional, principal fuente de ingresos durante décadas.
La competencia feroz de plataformas como TikTok, YouTube y los podcasts independientes.
En este escenario, el lanzamiento de Fox One, la apuesta de streaming del grupo, será un examen decisivo. La referencia inmediata es el nuevo conglomerado Paramount-Skydance, que bajo la batuta de David Ellison busca reposicionar a Hollywood en la guerra por las audiencias globales.
Los activos bajo la lupa
News Corp: diversificada en medios impresos, digitales y servicios de información financiera (Dow Jones). Tiene marcas sólidas y capacidad de generar suscripciones digitales, pero sufre por la exposición a la publicidad en declive.
Fox Corp: centrada en televisión abierta, noticias y deportes. Su fortaleza está en el valor estratégico de los derechos deportivos y su liderazgo en la audiencia estadounidense. Pero sigue dependiendo de un modelo de cable en retroceso.
Conclusión
La estabilidad accionaria que trae la salida de los hermanos da aire al conglomerado. Sin embargo, la verdadera incógnita es si Lachlan Murdoch podrá transformar la influencia mediática heredada en un modelo rentable y competitivo en la era digital.
Por ahora, el mercado parece inclinarse hacia Fox Corp, cuyo perfil televisivo y deportivo le da más dinamismo que la diversificación de News Corp. El tiempo dirá si Lachlan logra que el imperio fundado por Rupert Murdoch se reinvente o quede atrapado en un pasado cada vez más lejano.
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