El debate sobre la libertad de expresión, la religión y los medios de comunicación volvió a encenderse en el Perú. Este lunes 18 de agosto, el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, exigió un veto contra el programa televisivo “Yo Soy” y contra el jurado Ricardo Morán, luego de que un participante no pudiera agradecer a Dios durante su presentación. El burgomaestre, conocido por sus posturas conservadoras, acusó al canal Latina de permitir un acto que calificó como “discriminación, intolerancia y odio”.
La controversia surgió tras la intervención de Percy Jesús Palacios Chonce, concursante que inició su participación agradeciendo a Dios, lo que fue interrumpido por Morán con comentarios irónicos. La escena, difundida en horario familiar, generó críticas de sectores religiosos y políticos, entre ellos el propio alcalde capitalino.
¿Qué dijo Rafael López Aliaga?
Durante un acto oficial transmitido por las redes sociales de la Municipalidad Metropolitana de Lima, López Aliaga afirmó:
“Quiero aprovechar para desagraviar a un peruano que participa de buena fe en un programa de canto. Mi desagravio como alcalde de Lima contra este discurso de odio del señor Morán. No sé qué hace el directorio de Latina permitiendo estos actos, más en horario de la familia. Eso como alcalde de Lima lo repudiamos”.
El alcalde también pidió al canal tomar medidas inmediatas:
“Respetamos la libertad de expresión, pero eso no puede ser chancar a una persona humilde que agradece a Dios. Eso refleja el sentimiento de todo un pueblo, en Perú más del 95% somos creyentes. Ojalá no lo tomen como meme, sino como reclamo formal”, añadió.
La postura de Ricardo Morán
Morán, productor de televisión, activista LGBTIQ+ y ateo declarado, interrumpió al concursante con preguntas como: “¿En primer lugar, agradecer a Dios es completo? ¿Cuál es el apellido?”. Posteriormente, insistió en que revelara su nombre en lugar de continuar con la dedicatoria.
Sus palabras no solo generaron el rechazo de López Aliaga, sino también preocupación dentro del canal. Según trascendidos, ejecutivos de Latina Televisión estarían evaluando el impacto negativo en anunciantes y marcas, dado que el programa se transmite en horario estelar y busca mantener un perfil familiar.
Religión, medios y política: un triángulo sensible
El incidente revive un debate recurrente en la televisión peruana: ¿hasta dónde llega la libertad de un jurado o conductor para intervenir en las creencias personales de los participantes?
López Aliaga, miembro del Opus Dei y líder de Renovación Popular, ha utilizado este caso para reforzar su discurso en defensa de valores religiosos y “familiares”. El alcalde recordó que su posición no es aislada, sino parte de lo que, según él, refleja la identidad mayoritaria del país.
La controversia se enmarca en un contexto donde la religión continúa siendo un tema central en la esfera pública peruana. El 95% de la población declara creer en Dios, lo que convierte al episodio en un asunto sensible no solo para la audiencia televisiva, sino también para el electorado.
Antecedentes: López Aliaga y su enfrentamiento con Latina
No es la primera vez que el burgomaestre se pronuncia contra programas de esta televisora. Meses atrás, criticó la salida del chef Giacomo Boccio de “El Gran Chef Famosos”, a quien defendió como “profamilia” frente a lo que consideró presiones ideológicas.
Asimismo, López Aliaga mantiene una postura abiertamente crítica frente a la comunidad LGBTIQ+, la legalización del aborto y las marchas del Orgullo en Lima, a las que ha intentado imponer restricciones durante su gestión.
¿Qué está en juego?
El pedido de veto contra Ricardo Morán abre varias interrogantes:
- ¿Debe un canal sancionar a un jurado por expresar sus convicciones personales en vivo?
- ¿Se trató de un acto de discriminación religiosa o de un intercambio irónico malinterpretado?
- Qué impacto tendrá esta polémica en la programación y en la relación entre televisión, política y fe en el Perú?
Por ahora, Latina no ha emitido un comunicado oficial, aunque fuentes cercanas al canal reconocen preocupación por la reacción de la audiencia y de los anunciantes.
Una polémica que no termina
El episodio trasciende la anécdota y coloca en la agenda pública un tema complejo: la convivencia de distintas visiones del mundo en el espacio mediático. Mientras López Aliaga insiste en sanciones y en la defensa del “sentimiento religioso de los peruanos”, otros sectores consideran que el debate debe centrarse en la necesidad de pluralidad y respeto mutuo.
Lo cierto es que la confrontación entre un político conservador y un productor liberal no es nueva en el Perú, pero cada episodio televisivo que lo refleja amplifica el choque cultural. Esta vez, con un concursante en medio, la discusión se vuelve más sensible, pues toca fibras profundas de la fe y la identidad nacional.