En una nueva muestra de su capacidad científica y tecnológica, el Instituto Geofísico del Perú (IGP) detectó dos importantes impactos de tormentas solares ocurridos el 28 de mayo y el 1 de junio, los cuales provocaron perturbaciones electromagnéticas que afectaron diversas partes del planeta.
Gracias a su radar ionosférico —el más grande y potente del mundo, con una antena de 300 x 300 metros cuadrados— el IGP logró registrar estos eventos de manera precisa. Las tormentas geomagnéticas, que forman parte del ciclo solar activo de aproximadamente once años, se originan por intensas liberaciones de energía y partículas cargadas desde el Sol. Cuando estas alcanzan la Tierra, pueden alterar su campo magnético, afectando comunicaciones satelitales, redes eléctricas y sistemas de navegación.
“El radar y sus instrumentos han registrado señales claras de su impacto, gracias a su potencia para estudiar los efectos de las tormentas solares en la ionósfera ecuatorial hasta cientos de kilómetros de altitud”, explicó Hernando Tavera, jefe institucional del IGP.
Las perturbaciones electromagnéticas recientes fueron clasificadas como moderadas el 28 de mayo y severas el 1 de junio, siendo esta última especialmente significativa por la intensidad de su impacto. Además de las interferencias tecnológicas, estas tormentas provocaron también fenómenos visuales como las auroras boreales en regiones del hemisferio norte.
Vigilancia continua desde el Perú
El monitoreo se realiza no solo con el radar ionosférico, sino también mediante una red nacional de instrumentos científicos, incluyendo receptores GPS/GNSS para medir el contenido total de electrones en la ionósfera y magnetómetros para detectar variaciones en el campo magnético terrestre.
Con los datos obtenidos, el IGP planea realizar un análisis más detallado para comprender mejor cómo estas tormentas afectan nuestro entorno y cómo podríamos prepararnos ante posibles impactos futuros.
“La institución científica continuará con su labor de vigilancia ionosférica, generando conocimiento vital para la protección del mundo y el desarrollo del país”, reiteró Tavera, bajo el lema: “Ciencia para protegernos, ciencia para avanzar.”