En No podemos explicar por qué lloramos, Giovanna Pollarolo vuelve a su territorio narrativo con cuentos marcados por una sensibilidad lacerante y lúcida. El libro, que reúne relatos inéditos junto a los de Atado de nervios (1999), toma su título de una línea de diálogo donde el llanto escapa a toda explicación racional. Como en los cuentos de Raymond Carver –a quien admira–, aquí también lo cotidiano esconde abismos. Las protagonistas son, en su mayoría, mujeres de distintas edades que lidian con afectos truncos, roles heredados y deseos silenciados. “Es una búsqueda inútil de la felicidad”, dice Pollarolo en entrevista. La autora desarma con sutileza la idea romántica del amor como plenitud, revelando sus fisuras narrativas y sociales.
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