El DAX vivió una jornada de vértigo este martes. Tras una fuerte caída inicial, el mercado sorprendió con un repunte nocturno fuera de horario, que terminó siendo más sólido de lo previsto. La confirmación de un ambicioso paquete financiero acordado entre los bloques políticos de la Unión y el SPD desató una ola de compras que impulsó el índice al alza. Al cierre de la jornada, el DAX registró un aumento del 3,8 %, alcanzando los 23.081 puntos.
Los grandes ganadores del día fueron Heidelberg Materials, Deutsche Bank y Commerzbank, con incrementos superiores al 10 % en el valor de sus acciones. Destacó especialmente Heidelberg Materials, que cerró con una impresionante subida del 17,5 %, beneficiándose directamente del paquete de inversión en infraestructura.
Por ahora, no hay señales de que esta tendencia alcista llegue a su fin. Sin embargo, la mayor amenaza radica en lo inesperado: un giro repentino en la toma de ganancias o una noticia negativa podría cambiar el rumbo del mercado en cuestión de horas. Desde la era Trump, lo improbable se ha convertido en rutina.
Mercado británico plano, pero la libra sigue en ascenso
Mientras la política alemana impulsaba al DAX, el índice británico FTSE 100 retrocedió tras alcanzar su máximo histórico. La prudencia se impuso entre los inversores, que optaron por asegurar ganancias, manteniendo el mercado en un cierre plano.
Las expectativas estaban puestas en un posible avance en las negociaciones arancelarias entre EE.UU., Canadá y México, pero la esperada señal de éxito nunca llegó.
A pesar de ello, la libra esterlina no frenó su escalada y alcanzó un máximo de cuatro meses, acercándose a la barrera de 1,30 dólares. La pregunta entre los inversionistas ahora es cuánto más puede durar esta racha alcista. En los últimos tres días de operaciones, la libra ha registrado un crecimiento notable, pero con cada nuevo salto pronunciado, aumenta la posibilidad de una corrección inminente.
Frank Sohlleder, ActivTrades.
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