Me atrevo a decir que este noruego emprendedor de las telecomunicaciones se convirtió en panadero por amor. Su esposa, una apasionada del pan, no lograba encontrar en Lima uno que llenara sus expectativas. Algunos le parecían muy ácidos, otros muy duros o con la miga muy abierta, en fin, ninguno se semejaba al pan de sus sueños.
Así que un día Victor decidió darle un regalo. Comenzó a investigar y a realizar muchas pruebas. Durante algún tiempo se dedicó a ver recetas y a probar los panes de las panaderías de moda. Preguntó a sus amigos y hasta los hizo parte de su amoroso experimento. Durante días los interrogó acerca de sus hábitos con el pan y sus gustos, les preguntó cuál era el pan que más les gustaba y, con toda esa información, convirtió la cocina de su casa en un obrador. De allí comenzaron a salir los panes que Cornellia Collet, su esposa, evaluaba con rigurosidad, hasta que al fin dieron con el pan que para ellos y sus amigos –que se comieron todos los experimentos– era el perfecto.
La pandemia los encerró como a todos y con la fortuna del trabajo a distancia, se dieron cuenta que el pan era una posibilidad de negocio. Así que siguieron asistiendo a reuniones por zoom, pero con las manos en la masa.
Los resultados son fantásticos y sus panes una delicia. Están hechos de masa madre y con un tamaño perfecto para llevarlo a la casa y compartirlo con la familia. El multigranos me encanta, me da esa sensación de estar comiendo algo sabroso y saludable.
Recientemente han inaugurado un pequeño, pero muy moderno local en el N° 1263 de la avenida Mariscal La Mar en Miraflores. En ambos locales podemos encontrar una rica variedad de panes: campesino, pan de miel, un pan 100% blanco de leche y mantequilla, y los infaltables croissant con Nutella que alborotan mi lado más goloso.
Los sándwiches de Victor también tienen su historia. Su amor por la cocina y la gente que lo rodea, lo hace crear estas combinaciones que terminan deleitando a quienes las prueban. Él prepara cosas que enamoran.
Yo por ejemplo he comenzado una relación con el sándwich The only caprese (tomate, pesto genovese, mozzarella y crema balsámica en pan delgado de focaccia). Aunque nos va muy bien, me ha sido imposible no sacarle la vuelta con las tostadas francesas. Por suerte estas están disponibles solo en el local de Grimaldo del Solar y puedo seguir manteniendo ambas relaciones sin que lo noten.
En serio, es una panadería que tiene mucho que ofrecer: calidad, sabor y la posibilidad de reconciliarnos con el trigo. Los humanos hemos comido pan hace más de 5000 años, está presente en casi todas las culturas y hasta tiene dimensiones bíblicas: Jesús multiplicó el pan para dar de comer a sus seguidores, y en la Última Cena lo convirtió en su cuerpo, así que no creo que Jesús quisiera dañar a nadie. Seguiremos comiendo pan con alegría, sobre todo el que prepara Victor que está hecho con amor y por amor.