En 2010, la gastronomía mexicana fue reconocida como Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Y en el corazón de San Isidro, en la calle Pancho Fierro, la inmaterialidad se hace carne. Como Agua Para Chocolate es el título de la novela romántica de Laura Esquivel –luego hecha película– que comienza por desplegar su realismo mágico en una cocina.
El restaurante es capitaneado por Alejandra Peralta, originaria de Veracruz que se enamoró del Cuzco y el Valle Sagrado. Aquí echó raíces y, como ella dice, el Perú le dio su negocio, un marido holandés, y dos hermosas hijas y nieta peruanas. Además de todo esto, muchas canas verdes. Su restaurante lleva ofreciendo lo mejor de la comida mexicana tradicional por 24 años en el corazón verde de Lima.
El repertorio hace agua a la boca. Entre sus platos están el famoso taco pastor, el mole poblano para los conocedores, y para calentarnos un poco en este frio, un rico pozole rojo. Los que se criaron con el Chavo del Ocho recalarán felices entre las aguas frescas de Jamaica, Horchata y Tamarindo. Y un poco más de alegría llega con la variedad de margaritas, mezcalitas (con mezcales importados desde el mero México) y el clásico Paloma. Hasta sus salones han llegado el expresidente estadounidense Jimmy Carter, Gabriel García Márquez y Cynthia Klitbo, entre muchos otros.
Pero ojo que el brindis tequilero también se hace en casa. Cartavio Rum Company lanzó los tequilas Premium de Casa Cuervo en el Perú. Esta marca, con 250 años de historia, tiene el 81 % de participación de tequilas en el Perú. El portafolio está conformado por Reserva de la Familia –primer tequila Ultra Premium y Extra Añejo de la historia–, Tequila 1800 Cristalino, Tequila 1800 Milenio y Maestro Dobel Diamante. ¡Salud!