El negocio de la venta de flores ha demostrado en los últimos 30 años que los hombres peruanos “son enamoradizos y les gusta mandar detalles”, dice Javier Pardo, cofundador de Rosatel. Ellos siguen siendo los principales consumidores del servicio de envío de flores por delivery.
“Antes la gente se daba el tiempo para cortejar y mandar detalles”, dice Pardo. “Hoy las relaciones son totalmente distintas porque son rápidas, diferentes y lo que se envíe tiene que impactar”. Las flores deben ir acompañadas de detalles como chocolates o un peluche. Y eso tiene que ser muy bien pensado, que vaya con un packaging que sume. “Eso es fundamental”, acota Pardo.
Cuando comenzaron en 1994, Rosatel solo ofrecía una caja con 12 flores rojas. Hoy en día no solo despachan rosas sino tulipanes en 14 ciudades del país. Para garantizar el cumplimiento de los 12 000 pedidos al mes y los otros 12 000 que se retiran de sus tiendas, tienen sus propias cosechas en Huaraz y Cajamarca.
El negocio se hizo conocido de manera casual y ciertos sucesos son parte de su historia. Uno de ellos fue cuando invitaron a Gisela Valcárcel a inaugurar la primera tienda. Ella llegó acompañada del futbolista Roberto Martínez y detrás de ellos arribó una gran cantidad de periodistas. Eran la pareja del momento que, como sabemos, terminó en el altar. Ese hecho dio un gran impulso publicitario a Rosatel.
En este largo camino, la tecnología ha facilitado el crecimiento de la empresa ROSATEL. Ahora con un simple clic, el cliente puede sorprender gratamente a su pareja y seres queridos.