Nadia Murad, Premio Nobel de la Paz 2018, compartió con jóvenes universitarioa su historia de vida y su lucha por los derechos humanos. Su mensaje conmovió a cientos de estudiantes y docentes que acudieron para escuchar de cerca el testimonio de una mujer que transformó el dolor en fuerza y esperanza.
Durante su presentación, Murad relató su experiencia como sobreviviente del Estado Islámico, recordando que fue secuestrada y esclavizada en 2014, un hecho que la impulsó a denunciar ante la ONU los crímenes cometidos contra su pueblo yazidí. Con voz firme, destacó la importancia de la educación, la justicia y la solidaridad global como pilares para reconstruir comunidades afectadas por la guerra y la violencia.
Con profunda convicción, Murad expresó: “El silencio nunca fue una opción”, al referirse a su decisión de alzar la voz por las mujeres víctimas de violencia sexual en contextos de conflicto. Su testimonio se convirtió en una lección de valentía y compromiso social.
“No es fácil compartir una historia de violación y violencia una y otra vez, pero el silencio significa proteger a quienes lo cometieron. Cada vez que comparto mi historia es difícil, pero es necesario para conseguir apoyo y generar conciencia”, afirmó la activista, quien desde su fundación trabaja por la defensa de las mujeres y niñas sobrevivientes.
La fuerza de las historias que inspiran cambio
Para Nadia Murad, contar lo vivido es un acto de resistencia. “Mi historia es la única arma contra aquellos que nos quieren destruir. Las historias de todos son potentes y poderosas, y muchas veces se nos silencia porque genera incomodidad en otros”, declaró.
La Nobel subrayó que muchos sobrevivientes callan por miedo a ser estigmatizados. “Si queremos cambiar eso, es hablando de estas historias para que no se repitan”, añadió, destacando la necesidad de transformar el dolor en acción y consciencia colectiva.
Durante el conversatorio, los estudiantes de la UCV formularon preguntas sobre liderazgo, resiliencia y cambio social. Murad los animó a actuar con empatía y propósito: “Estén abiertos a escuchar y no tengan miedo a cometer errores. Lo importante es seguir avanzando y dar el siguiente paso”.
Asimismo, los motivó a no dejarse llevar por presiones externas: “No busquen la perfección, porque no existe. No se guíen por lo que está de moda o lo que se ve en redes sociales. Encuentren a las personas correctas a su alrededor y hagan cosas buenas por ustedes mismos, sus familias y su país”, reflexionó.
La paz se construye cada día
Con un tono esperanzador, la activista cerró su intervención recordando que la paz no es un estado, sino un proceso constante. “La paz es algo por lo que hay que trabajar día a día. El cambio se da con pequeñas cosas, empezando por nuestro entorno y expandiéndolo al mundo”, expresó.
Por su parte, la rectora de la UCV, Dra. Jeannette Tantaleán, destacó la importancia de la visita de Murad como ejemplo de superación y fortaleza moral. “El valor de resiliencia que refleja Nadia Murad es fuente de esperanza y aliento para los jóvenes. Su historia está marcada por el dolor, pero también por la dignidad y el coraje”, sostuvo.
“Incluso en circunstancias difíciles es posible resistir y levantarse, pero también convertir esta experiencia en una voz poderosa en favor de la libertad, la justicia y la paz”, añadió la rectora, reafirmando el compromiso institucional con la formación de líderes con conciencia social.
La visita de Nadia Murad con estudiantes y docentes se da en el marco de los 34 años de la Universidad César Vallejo, institución que apuesta por la promoción de los valores humanos, la equidad de género y la paz mundial. A través de espacios de diálogo e inspiración, la UCV fomenta una educación que transforma vidas y empodera a las nuevas generaciones.