La Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) del Ministerio de Salud (Minsa) de Perú ha suspendido, a partir de principios de 2025, la comercialización, fabricación e importación de ranitidina, un medicamento ampliamente utilizado para tratar condiciones digestivas como la acidez, el reflujo gastroesofágico y las úlceras. Esta decisión responde al hallazgo de N-nitrosodimetilamina (NDMA), una sustancia clasificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como potencialmente cancerígena, en varias presentaciones de ranitidina.
El NDMA es una nitrosamina que, aunque no ha demostrado causar daños inmediatos en los pacientes, plantea un riesgo a largo plazo debido al efecto acumulativo de la sustancia en el organismo. La exposición prolongada y en niveles elevados podría aumentar el riesgo de cáncer, lo que motivó la suspensión de la venta del medicamento en el país. Las autoridades sanitarias han indicado que los fabricantes deberán demostrar que sus productos cumplen con los estándares de seguridad antes de que puedan ser comercializados nuevamente.
Las presentaciones afectadas incluyen tabletas y soluciones inyectables de diversas marcas, que serán retiradas del mercado. Entre los productos retirados se encuentran Ranicidex, Gastrocad, Atural, Gastrydas y varios otros, cuyos lotes contienen NDMA en niveles considerados peligrosos para la salud. La medida afecta tanto a farmacias como a hospitales, donde la ranitidina ya no podrá ser dispensada a los pacientes.
Las autoridades han recomendado a la población no consumir ranitidina y buscar orientación médica sobre alternativas más seguras para tratar problemas digestivos. A pesar de que la presencia de NDMA fue detectada por primera vez en 2018, varios países ya habían suspendido su venta, y ahora Perú se une a esta acción preventiva para proteger la salud pública.