El presidente del Consejo de Ministros, Ernesto Álvarez, condenó los actos de violencia registrados durante la jornada de protestas del miércoles 15 de octubre, en la que se produjeron enfrentamientos entre manifestantes y efectivos policiales en el Centro de Lima. Según el premier, la actuación de un “sector radicalizado” habría tenido como objetivo desestabilizar el gobierno de transición de José Jerí.
El jefe del Gabinete brindó declaraciones tras visitar a los policías heridos internados en el Hospital Nacional PNP Luis N. Sáenz, donde aseguró que el Gobierno mantiene una posición firme de respaldo a las fuerzas del orden. “Es preocupante la actuación de un grupo pequeño, pero violento, que busca hacerse del poder a través del caos, siguiendo un patrón que se ha replicado en otros países de Latinoamérica”, afirmó.
Grupos radicalizados y violencia nocturna
Durante su intervención, Álvarez enfatizó que los enfrentamientos del 15 de octubre deben distinguirse de las manifestaciones pacíficas que se realizaron durante el día. De acuerdo con su versión, la violencia se desató en horas de la noche, cuando grupos organizados atacaron a los policías que custodiaban el Congreso de la República y otras zonas céntricas de la capital.
“Los efectivos policiales fueron agredidos con bombas molotov, pirotécnicos y objetos contundentes. Varios de ellos resultaron con fracturas, quemaduras y lesiones graves. Aun así, su actuación fue proporcional y en defensa de la sociedad y del patrimonio público”, precisó el premier.
Según fuentes de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), al menos 18 agentes resultaron heridos en los disturbios, mientras que otros 20 manifestantes fueron detenidos por disturbios y daños materiales.
¿Qué dijo el premier sobre la Policía Nacional del Perú?
El titular de la PCM remarcó que el Gobierno “respalda plenamente a la Policía Nacional del Perú (PNP)”, y descartó que se hayan cometido excesos en el control de las manifestaciones. “Podemos distinguir dos momentos: la protesta pacífica del día y la violencia de la noche. Los policías no son represores; son ciudadanos, padres de familia, jóvenes que ejercen una vocación de servicio en defensa del país”, declaró.
Asimismo, Álvarez subrayó que los efectivos policiales actuaron con prudencia y proporcionalidad, pese a las agresiones que sufrieron. “No podemos permitir que la violencia se disfrace de protesta. El uso de armas artesanales y explosivos demuestra que hubo una intención de causar daño”, afirmó.
El premier también advirtió que las fuerzas del orden seguirán interviniendo cuando se vulneren los derechos de terceros o se ataque la propiedad pública.
Un país en tensión tras la muerte de un manifestante
Las declaraciones del premier se dan en medio de una crisis política y social generada por la muerte del joven manifestante Eduardo Ruiz Sáenz, quien falleció durante los enfrentamientos en el centro de Lima. El hecho ha desatado indignación ciudadana, convocatorias a nuevas marchas y pronunciamientos de partidos políticos, como Nuevo Perú por el Buen Vivir, que responsabilizó directamente al Ejecutivo por el deceso.
El Congreso de la República guardó un minuto de silencio en memoria de Ruiz Sáenz y convocó de urgencia al ministro del Interior, Vicente Tiburcio, para que informe sobre los hechos ocurridos la noche del 15 de octubre. Mientras tanto, la Fiscalía de la Nación ha anunciado que abrirá una investigación preliminar para determinar responsabilidades.
PCM: “No se tolerará el chantaje político”
En otro momento, Ernesto Álvarez advirtió que no se permitirá ningún tipo de chantaje político ni intentos de deslegitimar al Gobierno mediante la violencia. “En este momento lo que debe prevalecer es el Estado de derecho y el respeto a las instituciones democráticas. No se puede permitir que grupos violentos impongan sus condiciones por la fuerza”, subrayó.
El premier también destacó la necesidad de diferenciar las demandas sociales legítimas de los actos de sabotaje político. “Entendemos el malestar de la ciudadanía, pero hay sectores que instrumentalizan ese malestar para obtener réditos políticos. Eso no lo vamos a permitir”, enfatizó.
El Gobierno insiste en el diálogo
Desde la Presidencia del Consejo de Ministros, se informó que el Ejecutivo mantiene abierta la vía del diálogo con organizaciones sociales y sindicales para evitar nuevos enfrentamientos. “El Gobierno del presidente José Jerí está dispuesto a escuchar y atender las demandas de la población, pero dentro del marco de la ley”, señaló Álvarez.
El premier recordó que el derecho a la protesta está garantizado, siempre que se ejerza de manera pacífica y sin afectar a terceros. “No podemos tolerar que las calles se conviertan en campos de batalla. Los policías heridos son prueba del nivel de agresión que hemos visto en los últimos días”, sostuvo.
Un clima político cada vez más incierto
Las protestas del 15 de octubre marcan un punto de quiebre en el gobierno de transición encabezado por José Jerí, quien asumió la presidencia tras la vacancia de Dina Boluarte. La crisis social, los cuestionamientos por el uso de la fuerza y el creciente descontento ciudadano colocan al Ejecutivo en una posición delicada.
En este contexto, las declaraciones del premier Álvarez buscan reafirmar la narrativa gubernamental de que existe un intento coordinado de desestabilización, mientras sectores opositores y organizaciones civiles exigen justicia para las víctimas y responsabilidad política de las autoridades.