Con el objetivo de mejorar la capacidad de respuesta ante emergencias sanitarias, los Ministerios de Salud de Perú y Ecuador llevaron a cabo el I Simulacro en Salud Binacional, enfocado en la atención de intoxicaciones masivas en escolares. La actividad se desarrolló en el Corredor 2 Macará-Suyo, zona fronteriza que conecta ambos países, y contó con la participación de más de 120 personas, incluyendo brigadistas, personal de salud, bomberos y policías de ambos lados de la frontera.
Este primer ejercicio binacional refuerza los protocolos de vigilancia epidemiológica y respuesta rápida ante eventos que puedan afectar a grandes grupos de población, ya sean fenómenos naturales o incidentes antrópicos, como intoxicaciones alimentarias.
Simulacro de intoxicación masiva en Suyo
El simulacro se realizó en la escuela Almirante Miguel Grau, ubicada en el distrito de Suyo, provincia de Ayabaca (Piura), donde se simuló que 50 escolares sufrían una intoxicación tras consumir alimentos en mal estado.
Para atender la emergencia ficticia, se movilizaron cinco ambulancias y se desplegó un comando unificado que integró autoridades locales de Perú y Ecuador, personal del Centro de Salud de Suyo, del Hospital Básico de Macará, agentes de la PNP, Policía ecuatoriana y bomberos, con el objetivo de evaluar la coordinación entre distintos actores en situaciones críticas.
José Roncal Narváez, director de la Digerd, destacó que este ejercicio permitió probar la eficacia de los protocolos de respuesta rápida, así como la comunicación efectiva entre los equipos de salud y la activación de alertas sanitarias.
Evaluación de protocolos y tiempos de respuesta
El simulacro fue liderado por la Unidad de Movilización en Salud de la Digerd, bajo la dirección de Einstein Aaron Jara Díaz, junto con su equipo técnico. Durante el ejercicio se evaluaron aspectos fundamentales como:
- La activación inmediata de alertas epidemiológicas.
- Los tiempos de atención y traslado de los escolares afectados hacia los centros de salud.
- La coordinación entre establecimientos peruanos y ecuatorianos.
- La efectividad del Sistema de Comando de Incidentes Hospitalarios, aplicado tanto en Suyo como en Macará.
Estos ensayos permiten identificar fortalezas y debilidades en la atención de emergencias y generan información clave para mejorar la preparación de ambos países ante eventos de intoxicación masiva o desastres sanitarios.
Cooperación binacional: clave para la seguridad escolar
El simulacro binacional refuerza la importancia de la cooperación entre Perú y Ecuador en temas de salud pública y seguridad escolar. Según los organizadores, la colaboración entre ambos países garantiza que los protocolos sean uniformes, lo que permite una respuesta rápida y coordinada frente a emergencias que puedan afectar a la población estudiantil en zonas fronterizas.
Más allá de la simulación, este tipo de ejercicios genera confianza entre autoridades locales, personal de salud y familias, asegurando que los procedimientos estén claros y que los recursos estén disponibles en caso de un evento real.
¿Cómo impacta este simulacro en la seguridad de los escolares?
Una de las preguntas centrales que surge es: ¿qué beneficios reales tiene para los estudiantes y la comunidad el desarrollo de este tipo de simulacros binacionales?
Los expertos coinciden en que estas prácticas permiten reducir riesgos, mejorar la rapidez de respuesta ante emergencias y garantizar la protección de la vida de los escolares. Además, fomentan la cultura de prevención y preparación ante situaciones críticas, tanto para docentes como para autoridades locales y padres de familia.
Hacia un modelo de respuesta unificado
El ejercicio binacional demuestra que la prevención y coordinación internacional son fundamentales para enfrentar riesgos sanitarios en la frontera. La participación activa de brigadistas, bomberos, personal de salud y autoridades de ambos países permitió ensayar un esquema operativo que puede replicarse en otras zonas fronterizas y en distintos escenarios de emergencia.
Asimismo, se enfatizó la importancia de mantener capacitación continua, revisión de protocolos y comunicación interinstitucional, asegurando que tanto Perú como Ecuador estén preparados para responder de manera eficiente a situaciones de intoxicación masiva o cualquier otro evento que comprometa la salud pública.