El juez supremo César San Martín, acudió al llamado de la Comisión de Justicia en el marco de la investigación sumaria que busca la destitución de los magistrados de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) luego de que una investigación que determie si han incurrido en causa grave al emitir un comunicado en el que pedían reflexión al Congreso a la hora de votar la inhabilitación de la ex fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos.
El presidente de la Sala Penal Permanente negó que el presidente del Poder Judicial (PJ), Javier Arévalo o algún juez supremo, hayan dicho que estaban siendo presionados para emitir un pronunciamiento sobre el juicio político contra Ávalos Rivera.
Explicó que fueron ocho jueces los que pidieron que se deliberara si el PJ tomaría alguna posición acerca del proceso que devino en la inhabilitación de la ex titular del Ministerio Público. También negó que haya injerencia en este pedido.
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“Nadie me presionó. Ningún juez supremo me mencionó que haya sido presionado por los miembros de la junta o personas vinculadas a ellos. Tampoco personalmente, como es obvio, efectúe alguna presión a mis colegas (…) no hubo acá ninguna presión indebida, sino sencillamente un marco para que se discuta un tema (…) finalmente se decidió que no haya pronunciamiento alguno”, dijo a los miembros de la comisión.
Por su parte, la expresidenta del Poder Judicial, Elvia Barrios, negó haber sido presionada para emitir un pronunciamiento y señaló que la Sala Plena de la Corte Suprema se reunió para evaluar la conveniencia de pronunciarse, debido a que consideraban que era un asunto que les competía.