El Gobierno peruano anunció un incremento histórico del presupuesto 2025 destinado a fortalecer los comedores populares y ollas comunes de todo el país. Con esta medida, el Ejecutivo busca garantizar una mejor alimentación para más de un millón de personas que dependen de estos programas sociales, esenciales para la lucha contra la inseguridad alimentaria.
Un aumento sin precedentes en el apoyo social
La ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Lesly Shica Seguil, junto al presidente José Jerí Oré, informó que el Programa de Complementación Alimentaria (PCA) contará con un presupuesto total que supera los S/540 millones, tras la incorporación de un incremento adicional de S/20 millones.
El monto inicial asignado para el 2025 era de S/524,6 millones, que incluía S/65 millones destinados al subsidio económico para la compra de alimentos frescos y nutritivos. Con esta nueva transferencia, el programa amplía su capacidad de atención y mejora la calidad de las raciones entregadas a las personas en situación de vulnerabilidad.
Según el Midis, estos recursos permitirán incrementar el costo por beneficiario, cubriendo hasta el 40 % del requerimiento calórico diario y mejorando el aporte proteico de cada ración alimentaria.
¿A quiénes beneficiará el aumento del presupuesto?
El incremento aprobado mediante Decreto Supremo beneficiará a más de un millón de usuarios distribuidos en 19 mil centros de atención en todo el país, entre comedores populares, ollas comunes y otras modalidades del PCA.
Solo en Lima Metropolitana y Callao, más de 3.400 organizaciones sociales de base atienden diariamente a cerca de 300 mil personas. En regiones del interior, el refuerzo presupuestal busca atender de manera prioritaria a comunidades rurales, zonas de frontera y sectores golpeados por la pobreza extrema y el desempleo.
“Este presupuesto histórico refleja el compromiso del Gobierno con la seguridad alimentaria y el bienestar de las familias vulnerables del país”, destacó la ministra Shica Seguil durante la presentación oficial.
Comedores y ollas comunes: pilares en la lucha contra el hambre
Los comedores populares y ollas comunes se han convertido en un soporte vital para miles de familias peruanas, especialmente durante los años recientes marcados por la crisis económica y el alza de precios de los alimentos.
El aumento del presupuesto permitirá reforzar la entrega de productos frescos y nutritivos, como verduras, tubérculos, carnes y granos andinos, garantizando una dieta más equilibrada. De esta manera, se busca mejorar el desarrollo físico y cognitivo de los beneficiarios, en especial de niños, niñas y adultos mayores.
Además, el subsidio económico directo a las lideresas de las organizaciones sociales de base busca agilizar la compra de alimentos, asegurando su entrega oportuna y transparente.
Un cambio tras dos décadas de estancamiento
El presupuesto total del PCA, superior a S/540 millones, representa un incremento de más del 300 % respecto al presupuesto histórico de S/127 millones, que se mantuvo prácticamente congelado durante casi 20 años hasta el 2021.
Este salto presupuestal responde a una política de revalorización de los programas sociales y de fortalecimiento de la red de apoyo alimentario que sostiene a las familias más vulnerables.
“Durante muchos años, los comedores populares y las ollas comunes sobrevivieron con presupuestos mínimos. Hoy estamos saldando una deuda histórica con las mujeres que lideran estas organizaciones y con las familias que dependen de ellas”, subrayó el presidente José Jerí.
Compromiso con la inclusión y la seguridad alimentaria
El Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) reafirmó su compromiso de seguir fortaleciendo las políticas públicas que garanticen la seguridad alimentaria y nutricional en todo el país. Con esta medida, se espera que los comedores populares se conviertan en un instrumento sostenible de inclusión social y que el acceso a una alimentación digna sea un derecho efectivo para todos los peruanos.
El reto ahora será asegurar la eficiencia en la gestión local de los recursos y la transparencia en la distribución de los alimentos, temas que serán monitoreados de cerca por el Midis y la Contraloría General de la República.