El gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima, está en el ojo de la tormenta. El generoso préstamo de costosos relojes Rolex a la presidenta Dina Boluarte y a su par cusqueño, Werner Salcedo, ha generado cuestionamientos al origen de su cuantiosa fortuna y a las abultadas transferencias que el Gobierno Central hace a su región.
No es la primera vez que las finanzas de Oscorima son revisadas. De hecho, en el 2015 la “Comisión Narcopolítica” del Congreso cuestionó los presuntos vínculos del gobernador con actividades ilegales y escrutó las múltiples denuncias a su gestión.
Dichos cuestionamientos no vinieron solo de parte de la comisión. En su demanda de divorcio, María del Rosario Wong, exesposa de Oscorima, sostuvo que este era le era infiel, que tenía problemas con la bebida y se dedicaba al narcotráfico.
Pero según el “wayki” de la mandataria, su fortuna se construyó a partir de su trabajo como sellador de tarjetas en Bingo Star, empresa en la que fue escalando hasta ser jefe de los selladores y luego, gerente general. Posteriormente abrió el Bingo Colmena y una vez con el negocio constituido, pensó en diversificar sus ingresos y compró cuatro combis.
En el 2010, ganó su primera elección y se convirtió en gobernador regional de Ayacucho por Alianza Para el Progreso (APP). Es conocido que Wilfredo Oscorima también repartía billetes de S/ 100 en su primera campaña política y organizaba conciertos gratuitos en los que la bebida estaba asegurada. Según datos de la ONPE, en aquella campaña recibió aportes por S/ 734 669.
Ocho días después de ganar sus primeras elecciones, la Sexta Fiscalía Superior Penal de Lima archivó definitivamente una investigación por lavado de activos en su contra.
La “Comisión Narcopolítica” cuestionó que los 26 investigados tuvieran una posición ambivalente ante la problemática del narcotráfico; a saber, indicó que si bien, los indagados rechazaban moralmente esta actividad, no lo hacían respecto a sus efectos en la economía familia, local y regional.
El gobernador calificó de “opinólogos” a quienes advertían sobre el impacto de esta actividad ilícita en la región y manifestó desconocer los detalles del tráfico de drogas en su región, hecho que la comisión tomó con extrañeza.
El experto en temas de seguridad y narcotráfico, Pedro Yaranga, explicó a CARETAS que Ayacucho es un centro de producción de hoja de coca importante en la cadena del narcotráfico. Junto a Junín y una parte del Cusco, producen el 75% de la droga en el Perú.
Según el especialista, la producción de droga en Ayacucho puede rastrearse por lo menos desde la década de los 80 y se intensificó en los 90. Apuntó que alrededor del 2010, se masificaron los clanes familiares en la región que se encargan de recolectar y transportar drogas para los cárteles extranjeros.
“Lo que estos clanes están haciendo es avanzar trabajos políticos a nivel regional o a nivel distrital y provincial. Y siempre buscan aliados, gente que tiene negocios, por ejemplo, de transportes, cadenas de hoteles y el señor Oscorima tiene negocios no tan conocidos. El papel que juegan los clanes es de financistas, pero también usan esas empresas para lavar dinero”, declaró.
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El especialista señaló que el dinero proveniente del narcotráfico está tan integrado a la economía ayacuchana al punto que de ello dependen empresas de transportes, grifos y demás establecimientos.
La comisión fue enfática en señalar que desde 1992, se ha creado un entorno favorable a la creación de empresas que, por un lado, permiten lavar dinero del narcotráfico y por otro, ayudan en el proceso productivo y de distribución de la droga, poniendo en la mira las empresas de juegos de azar, las inversiones inmobiliarias, las empresas de transporte, entre otras.
También incluyó en esa estructura, las acciones de mecenazgo, a clubes de fútbol profesional que permiten el mantenimiento de costosas nóminas y contratación libre de extranjeros.
Precisamente, el gobernador fue dueño de “Transportes Oscorima”, aunque para 2015, la empresa ya no existía. Fue también dueño de las empresas Diversiones SAC, Recreativo Wari y Maki Service. Estuvo vinculado, a través de su hijo a la Inmobiliaria Wong y a la empresa Magic Dream a través de María del Rosario Wong, quien se compró la compañía a sí misma en tres ocasiones, por un total de US$ 120 000.
Según el informe final de la comisión, el narcotraficante Lucio Tijero, señaló que se lavarían fondos ilegales mediante el patrocinio a equipos de fútbol de primera división, poniendo como ejemplo el caso del club Inti Gas y el mecenazgo de Oscorima.
En su momento, la Procuraduría Nacional Antidrogas, señaló que el gobernador estuvo investigado, pero no se llegó a nada. Dos días antes de la elección municipal del 5 de octubre 2014 le archivaron su caso. Y agregaron: “hay demasiado tráfico de influencias”.
Al momento en que la comisión investigó a Oscorima, sobre él pesaban 59 denuncias entre las que destacaban 15 por peculado, ocho por corrupción, ocho por colusión y seis por concusión. El grupo de trabajo dictaminó que el gobernador “usó su gestión para lograr condiciones de impunidad en temas de corrupción, enriquecimiento ilícito y lavado de activos” y que “diversificó empresas a favor de sus parientes para ocultar patrimonio”.
Wilfredo Oscorima tiene actualmente un régimen de comparecencia con restricciones por asociación ilícita, colusión agravada y cohecho pasivo propio enmarcada en el caso “Club de la Construcción”. Se le sindica de haber recibido S/ 856 568.30 soles de Obrainsa.
Generosidad de larga data
Wilfredo Oscorima ha sabido abrirse paso gracias a su generosidad. Ante la comisión, reconoció que le dijo al presidente de la Corte Superior de Justicia de Ayacucho que no veía nada de malo en hacer regalos. Luego se supo que obsequió al funcionario un lujoso reloj Rolex.
Pero su vocación dadivosa no se habría detenido ahí ya que también habría hecho regalos -específicamente retablos valuados en S/ 9 000- a los expresidentes, Alan García y Pedro Castillo. Oscorima habría recibido jugosas partidas con las que habría beneficiado a las empresas de Edgar Sosa – hermano de Magno Sosa, su asesor en su primer gobierno- y de Esperanza Rojas, fundadora del movimiento Wari Llaqta, con el que ganó las elecciones del 2023.
Edgar Sosa fue sentenciado por falsificación de documentos para hacerse una buena pro en consultorías durante el primer gobierno de Oscorima.
Por su parte, Esperanza Rojas habría facturado más de S/ 51 millones al Gobierno Regional de Ayacucho entre el 2013 y el 2015. La empresaria habría sido artífice del convenio entre el proyecto especial Legado y la Universidad San Cristóbal de Huamanga para la construcción de la residencia universitaria por S/ 25 millones gracias a sus vínculos con el fujimorismo que se remontan a los inicios del nuevo milenio, cuando postuló al Congreso por el partido Perú 2000 y al 2006, cuando volvió a tentar sin éxito una curul con “Sí Cumple”.
Pero Wilfredo Oscorima y Esperanza Rojas, estarían distanciados, pese a los jugosos contratos que su ex socia ha obtenido en la gestión del gobernador de Ayacucho. La razón sería que el prestamista de relojes Rolex no quiso apoyarla en la promoción de alcaldes y regidores y se concentró solo en su campaña electoral en el 2022.
Se cocina revocatoria
Pese a que ha sido elegido tres veces gobernador, Oscorima no vive una luna de miel en Ayacucho. El Frente de Defensa del Pueblo de Ayacucho, buscará revocar su mandato por su cercanía con la presidenta Dina Boluarte, a quien respaldó incluso después de la matanza de 10 manifestantes el 15 de diciembre del 2022.
El diario local “Jornada”, reveló que entre el 2 de enero y el 12 de abril de este año, Oscorima solo estuvo 26 días no consecutivos en su región y la mayoría de esas veces, ha sido para inaugurar obras o recibir a autoridades nacionales. Fuentes indican que la autoridad viviría en Lima y gobernaría vía remota. (Bryan Condor)