El ex juez supremo, César Hinostroza, reapareció desde la clandestinidad para ejercer su defensa en una audiencia judicial en la que pidió que se varíe la orden de prisión preventiva que se dictó en su contra por la comparecencia con restricciones.
En medio de la sesión, el destituido magistrado justificó el haber abandonado el país irregularmente en el 2018 e incluso, consideró que su accionar fue un ejemplo para la historia del Perú.
“El partido Fuerza Popular que tenía mayoría entregó mi cabeza a sus enemigos (…) Sin embargo, el Congreso, probablemente por salvar a su lideresa contra quien pendía una orden de captura inminente de detención, podrían haber conciliado con sus enemigos políticos y me entregaron (…) Pues bien, ¿qué hice yo, señor juez? Y eso también para la historia del Perú. Tuve que salir del país en busca de protección internacional porque ya se veía una inminente prisión preventiva, violando mi presunción de inocencia”, dijo.
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Sin embargo, esas no fueron las únicas declaraciones de Hinostroza Pariachi que llamaron la atención, pues en la misma audiencia se refirió a la prisión preventiva que se dictó contra la líder de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, considerando la medida como injusta.
“Su lideresa, lamentablemente, fue encarcelada, injustamente, para mí”, agregó el prófugo juez.
César Hinostroza aseguró ser víctima de lawfare o persecución judicial y de la “guerra política” que hay en el país y aseguró que el extinto Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) integrado por “caviares” le impidió trabajar como juez supremo en el 2015, luego de que se hicieran públicos los audios que dieron lugar al caso “Los Cuellos Blancos del Puerto”.
Precisamente, se refirió al audio en que Antonio Camayo le pide reunirse con la “señora K” y acusó a los servicios de inteligencia de escuchar sus llamadas debido a que la sala que él presidía iba a resolver un pedido de casación que había presentado Keiko Fujimori.
“¿Qué decían mis enemigos políticos? ‘Hinostroza la va a absolver, va a archivar el caso’ porque ya sabían mi posición jurídica sobre el delito de lavado de activos (…) Por eso es que no me perdonaron y han trabajado políticamente, arduamente para destruirme”, sostuvo.