Heading Title
Las últimas
MADRID, 5 May. (EUROPA PRESS) –
El Ministerio de Defensa de Colombia ha recomendado a policías y militares en Bogotá que se desplacen a sus puestos de trabajo vestidos de civil, a fin de evitar caer en la última ola de ataques lanzados por el grupo narcoparamilitar Clan del Golfo, que ha dejado en apenas unas semanas una treintena de agentes muertos.
Esta es una de las varias recomendaciones que ha publicado el Ministerio de Defensa a través de una comunicación interna a la que ha tenido acceso Blu Radio como consecuencia del conocido ‘plan pistola’ del Clan del Golfo.
El aumento de estos ataques ha provocado que hace unos días, las autoridades permitieran a los efectivos de las fuerzas de seguridad llevarse a casa sus armas reglamentarias. En este nuevo protocolo de seguridad, se les insta además a no facilitar información en redes sociales y a cambiar rutinas de desplazamientos.
“El personal debe mantenerse alerta durante todos sus desplazamientos y evitar en lo posible usar uniforme en transporte público”, afirma el protocolo, en el que se insta a vestir de civil durante las labores policiales siempre que sea posible.
El ‘plan pistola’ del Clan del Golfo ha dejado ya al menos 35 efectivos de la Policía y el Ejército muertos, principalmente en la región de Antioquia y Caribe, muchos de ellos cuando se encontraban fuera de servicio.
Este lunes, la Policía ha informado de la detención de 123 miembros del Clan del Golfo en los últimos 20 días, como parte del aumento de las operaciones que hace unas semanas el presidente colombiano, Gustavo Petro, anunció contra el grupo.
Entre los detenidos hay diez cabecillas, así como algunos responsables directos de las últimas muertes de efectivos de las fuerzas de seguridad. Del mismo modo, el director de la Policía, Carlos Triana, ha informado de que varios integrantes más del grupo han sido abatidos durante las operaciones, informa RCN.
Triana ha destacado que en lo que va de año, se han llevado a cabo 219 detenciones en el seno del Clan del Golfo y la incautación de 12,8 toneladas de cocaína, así como la destrucción de más de 200 laboratorios clandestinos.