Cuando Gisela Ponce de León dice: “Todo lo que deseas es posible”, no suena a frase de autoayuda. Suena a alguien que realmente lo está intentando, aunque sea difícil. La actriz y cantante, una de las más versátiles de la escena nacional, está a punto de subirse al escenario del Sargento Pimienta, este jueves 24 de abril, para algo que nunca había hecho: presentar un concierto con canciones suyas. Suyas de verdad. Escritas, sentidas y ahora cantadas sin personaje de por medio y sin filtro.
No es una debutante en el canto: ha hecho musicales, ha cantado covers de Lady Gaga y Mon Laferte, ha colaborado con artistas como Chabelos y Galiano. Pero ahora se enfrenta a algo distinto: interpretar temas escritos desde su propia experiencia. “Aunque mis amigos músicos me dicen que también soy músico porque canto y mi voz es un instrumento, yo no me dedico a esto. Me da pudor mostrar lo que escribí”, confiesa, entre risas y silencios, mientras que su mirada aterriza en varios puntos.

Sus canciones abordan el amor, el desamor, la etapa bonita y también ese estado de no saber qué decir. “Me gusta improvisar canciones con mis amigos. El material está ahí. Será mejor que lo haga ahora, porque si no, ¿cuándo?”, afirma, como si se respondiera a sí misma.
El concierto incluirá cinco temas inéditos y varios covers. Musicalmente, se mueve entre el pop, el rock, algo de blues y soul. Dice que intenta que suene “lo menos producido posible”. A pesar del nerviosismo, siente que cantar le da una emoción distinta: “Me pone tan contenta que me tiembla la voz”. Incluso en colaboraciones recientes, recuerda haber tenido que ocultar su temblor abrazando a Jason Guerra, quien hacía tributo a Bruno Mars, para que no se note.
Gisela se ha pasado el último año cantando como invitada en conciertos y grabando canciones junto a su amiga y vecina Pamela Llosa, en sesiones espontáneas que empezaban con una conversación y terminaban en melodías. “Estoy en un momento muy bonito. Me gusta mi vida, la gente que me rodea. Estoy bien, y por tanto en el amor también. Estoy soltera, tengo un gato que amo. Estoy en equilibrio”.

Sobre si estas canciones terminarán en un EP, un álbum o un proyecto visual, ella imagina algo similar a lo que han hecho Beyoncé o más recientemente los argentinos Ca7riel y Paco Amoroso, artistas a quienes admira por su concepto y narrativa. “Ellos comienzan en un sitio y terminan en otro distinto. Eso me encanta. Y como soy actriz, si hay una historia que siga las canciones, cierra el círculo totalmente”.
Si algo queda claro tras escucharla, con muchas ansias, pero también mucha seguridad, es que va descubriendo lo que siente mientras lo dice y lo procesa. Lo imposible, para ella, es solo el punto de partida. Nueva-mente, si no es ahora, ¿Cuándo?