El cambio climático es una de las amenazas más graves que enfrenta el planeta. Según el Informe del IPCC (2023), la temperatura global ha aumentado 1.1°C en relación a los niveles preindustriales, y se espera que esta cifra continúe creciendo, afectando principalmente a los ecosistemas y las comunidades más vulnerables. En la región amazónica de Perú, particularmente en Madre de Dios y San Martín, las comunidades locales enfrentan desafíos cada vez más intensos, como sequías, incendios y alteraciones en los patrones de precipitación. Estos fenómenos no solo afectan la biodiversidad, sino también los recursos hídricos y la seguridad alimentaria de las poblaciones.
En respuesta a estos impactos, WWF Perú ha promovido una serie de soluciones basadas en la naturaleza y prácticas resilientes adaptadas a la realidad local. En Madre de Dios, por ejemplo, se ha impulsado la ganadería regenerativa, trabajando con 250 familias ganaderas para restaurar suelos y fomentar una coexistencia más armónica con la fauna silvestre. Estas prácticas no solo ayudan a reducir los efectos negativos de los incendios, sino que también contribuyen a la recuperación de los ecosistemas afectados por el cambio climático.
Por otro lado, en San Martín, la adaptación al cambio climático se ha materializado mediante el diseño de Mecanismos de Retribución por Servicios Ecosistémicos (MERESE). Estos mecanismos incluyen iniciativas como la reforestación y la conservación de cuencas, que buscan garantizar el abastecimiento de agua para miles de personas en la región. A través de estas acciones, WWF Perú apoya a las comunidades locales en la implementación de estrategias que les permitan enfrentar los retos climáticos de manera sostenible.
A pesar de los esfuerzos por mitigar los efectos del cambio climático, es fundamental seguir promoviendo la adaptación de los sistemas ecológicos, sociales y económicos. La combinación de intervenciones locales, como las de WWF Perú, con un compromiso global para reducir la huella ecológica, son esenciales para asegurar la resiliencia de las comunidades y la conservación de la biodiversidad frente a un futuro incierto.