La elección del cardenal Robert Francis Prevost Martínez como papa León XIV ha sido recibida con entusiasmo en el Perú, especialmente por su vínculo profundo con el país. La presidenta del Poder Judicial, Janet Tello Gilardi, destacó su cercanía con la realidad peruana, al haber ejercido su labor pastoral durante más de dos décadas en Lambayeque. Este vínculo, señaló, podría marcar una continuidad en la misión social emprendida por el papa Francisco.
Para Tello Gilardi, el nuevo pontífice no solo representa un líder espiritual, sino también una figura que puede incidir en políticas inclusivas a favor de los más necesitados. Su conocimiento de la vida cotidiana en regiones vulnerables del Perú le otorga una sensibilidad particular, útil para promover cambios concretos desde la Iglesia. “Sabe muy bien nuestra realidad”, afirmó con optimismo.
La magistrada también recordó el legado del papa Francisco, quien insistía en mirar a las personas excluidas, las llamadas “descartables”, aquellas a las que la sociedad suele ignorar. En esa línea, expresó su esperanza de que León XIV continúe esa senda de compasión, presencia activa y defensa de los más débiles, tanto en lo espiritual como en lo material.
Finalmente, Tello Gilardi reflexionó sobre el papel del sistema judicial en este contexto, señalando que juezas y jueces tienen la responsabilidad de acercar la justicia a quienes históricamente no han podido acceder a ella en igualdad de condiciones. La elección del nuevo Papa, concluyó, es también una oportunidad para reafirmar el compromiso del Estado con una justicia inclusiva y humanista.