El incendio que comenzó el lunes 3 de marzo en el Cercado de Lima continúa fuera de control más de 48 horas después de su inicio. A pesar de los esfuerzos incansables del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú (CGBVP), las llamas siguen avanzando, lo que ha provocado el colapso de varios edificios y ha incrementado la amenaza para las zonas cercanas.
Destrucción y riesgos por el colapso de estructuras
El siniestro ha causado daños severos a varias edificaciones, incluyendo al menos cuatro predios y dos quintas, entre ellas la histórica Quinta Santa Rosa. A las 6:22 p.m. del martes 4 de marzo, una de las estructuras comprometidas por el fuego cedió, aumentando el riesgo de nuevos derrumbes en la zona afectada. El comandante general de los bomberos, Juan Carlos Morales, confirmó que el fuego se mantiene contenido en la zona de origen, pero el alto riesgo de colapso impide a los rescatistas ingresar al almacén donde comenzó el incendio.
“Este incendio podría estar controlado por completo recién el jueves, si las condiciones lo permiten. El peligro de colapso sigue siendo alto”, indicó Morales, destacando la complejidad de las labores de extinción.
Maquinaria pesada para reforzar las labores
Ante las dificultades para acceder a las áreas más afectadas, el Ministerio de Vivienda dispuso el uso de maquinaria pesada, como un cargador frontal, para abrir accesos y permitir que los bomberos puedan trabajar con más eficacia. A las 4:19 p.m. del martes, la maquinaria logró abrir un forado en una de las estructuras colapsadas, lo que permitió a los equipos de rescate avanzar en sus esfuerzos.
Sin embargo, a pesar del apoyo con maquinaria, el incendio sigue siendo de gran magnitud, y los bomberos enfrentan un reto considerable para extinguir las llamas.
Impacto en la calidad del aire y la salud pública
Además de los daños materiales, el incendio ha provocado un grave impacto en la calidad del aire de la zona. El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) advirtió sobre el incremento de la contaminación atmosférica en los distritos cercanos, como Rímac y San Juan de Lurigancho. Las partículas tóxicas y el humo generado por el fuego han elevado los niveles de contaminación, lo que representa un riesgo para la salud de los habitantes de la zona.
El subdirector de Evaluación del Ambiente Atmosférico del Senamhi, Elvis Medina, instó a la población a tomar precauciones para evitar problemas respiratorios debido a la alta concentración de humo en el aire.
A la espera de la extinción total del fuego
El incendio sigue siendo un desafío para las autoridades y equipos de emergencia, quienes continúan trabajando sin descanso para controlar el fuego y evitar su propagación. Aunque las labores son arduas, se espera que el incendio pueda ser completamente extinguido en los próximos días, mientras las autoridades siguen monitoreando la situación y tomando medidas para mitigar sus efectos en la salud pública y en las comunidades afectadas.