El Pleno del Congreso aprobó este 14 de agosto, por 84 votos a favor, sin abstenciones ni votos en contra, la ley que crea un fideicomiso especial para impulsar el desarrollo de las zonas de frontera en el departamento de Loreto. La iniciativa busca cerrar brechas en servicios públicos y mejorar la inversión en territorios amazónicos alejados, caracterizados por su alta dispersión geográfica y elevados índices de pobreza.
Un fondo para 14 distritos estratégicos
El fideicomiso será un instrumento financiero multianual y descentralizado, diseñado para optimizar el uso de recursos públicos ya existentes, sin generar gasto adicional ni afectar el equilibrio fiscal. Según el congresista Víctor Flores (Fuerza Popular), presidente de la Comisión de Economía, el fondo permitirá mejorar la eficiencia de la inversión pública en zonas donde las distancias, el aislamiento y la carencia de infraestructura han limitado el acceso a servicios básicos.
La ley incluye a los distritos de Morona y Andoas (Datem del Marañón); Trompeteros y El Tigre (Loreto); Torres Cusana y Napo (Maynas); Putumayo, Teniente Manuel Clavero, Rosa Panduro y Yaguas (Putumayo); Ramón Castilla y Yavarí (Mariscal Ramón Castilla); así como Yaquerana y Alto Tapiche (Requena).
Inclusión excepcional por su relevancia fronteriza
De manera excepcional, también se incorporan los distritos de San Pablo y Pebas, por su fuerte dependencia económica y social de las zonas de frontera, y el distrito de Santa Rosa de Loreto, debido a su reciente creación legal y su estratégica ubicación limítrofe.
El congresista Flores destacó que la medida fortalece el marco institucional para integrar un consejo directivo que supervisará el uso de los fondos, garantizando que la inversión responda a las verdaderas necesidades de las comunidades.
Un paso clave en la agenda amazónica
El proyecto ha sido presentado como un paso decisivo en la agenda de integración y desarrollo de Loreto, que en los últimos meses ha estado en el centro del debate político por la tensión diplomática con Colombia en la zona del Trapecio Amazónico.
El nuevo fideicomiso permitirá, según sus impulsores, dar continuidad a proyectos de electrificación, acceso a agua potable, conectividad vial y fluvial, salud y educación en territorios históricamente relegados por su lejanía de los centros administrativos.