César Gutiérrez propone incentivar uso de GLP para reducir pobreza energética

El experto en energía e hidrocarburos, analiza la situación y propone soluciones concretas para cerrar las brechas que persisten en el acceso a energías limpias y asequibles.

por Edgar Mandujano

En un país como Perú, donde la pobreza energética afecta a millones de hogares, el debate sobre cómo abordar este problema se ha intensificado. César Gutiérrez, experto en energía e hidrocarburos, analiza la situación y propone soluciones concretas para cerrar las brechas que persisten en el acceso a energías limpias y asequibles.

Pobreza energética: Un problema que crece

Según cifras oficiales, en 2022, 2.7 millones de hogares peruanos cocinaban con carbón y leña. Para 2023, esta cifra aumentó a 3 millones. Lo más alarmante es que 1.6 millones de estos hogares pertenecen a familias clasificadas como “no pobres”, es decir, que pueden supuestamente financiar una canasta básica pero aún dependen de métodos de cocción precarios.

“Esto revela una falla en cómo medimos la pobreza”, señala Gutiérrez. “No basta con que una familia pueda comprar alimentos si no tiene acceso a energías limpias para cocinarlos”.

El dilema: Gas natural vs. GLP

El debate se centra en dos opciones: la masificación del gas natural y el uso del Gas Licuado de Petróleo (GLP). Mientras el gas natural requiere una costosa infraestructura de redes y ductos, compara Gutiérrez, el GLP ofrece una solución más rápida y económica para llegar a zonas urbanas marginales y rurales.

“Masificar el gas natural en zonas urbanas marginales y rurales es antieconómico”, argumenta el experto. “Conectar un hogar cuesta alrededor de S/.2800, lo que significa que el Estado tendrá que destinar S/.280 millones anuales para conectar 100,000 hogares. En cambio, el GLP es una alternativa viable y accesible”.

El rol del FISE: ¿Está bien enfocado?

El Fondo de Inclusión Social Energético (FISE) fue creado en 2012 para reducir la pobreza energética, inicialmente enfocado en subsidiar el GLP. Sin embargo, con el tiempo, el 40% de sus recursos se han destinado a la masificación del gas natural, mientras que solo el 20% se ha asignado al GLP.

“El FISE necesita reenfocarse”, afirma Gutiérrez. “Si se invierte el porcentaje y destinamos un 40% al GLP y 20% a la masificación, podríamos sacar a 400,000 hogares de la pobreza energética cada año, con una inversión de solo 62 millones de soles. Esto es mucho más eficiente que los más de 1,000 millones de soles que costaría masificar el gas natural”.

Zonas críticas: Cajamarca, Puno y más

Las regiones con mayor pobreza energética incluyen Cajamarca (301,000 hogares), Puno (268,000), Cusco (200,000), Huánuco (172,000) y Piura (172,000). Sorprendentemente, incluso en regiones como Piura, donde existe infraestructura gasífera, miles de hogares siguen cocinando con leña y carbón.

“Esto demuestra que la masificación del gas no es suficiente”, destaca Gutiérrez. “Necesitamos una estrategia integral que priorice el GLP en zonas donde el gas natural no es viable”.

Priorizar la inclusión energética

Para César Gutiérrez, la clave está en reasignar los recursos del FISE y priorizar el GLP como solución inmediata para reducir la pobreza energética. “No se trata de abandonar la masificación del gas natural, sino de equilibrar las prioridades. Tenemos 3 millones de hogares que necesitan soluciones urgentes, y el GLP puede ser la respuesta”.

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