El exalcalde provincial de Jauja, Ángel Moisés Huamán Mucha, fue capturado en el distrito de Pichari, región Cusco, cuando intentaba evadir a la justicia utilizando el DNI de su hermano. El exfuncionario, prófugo desde septiembre de 2024, fue intervenido por la Policía Nacional del Perú mientras conducía un vehículo. Durante el control, no pudo recordar el número del documento de identidad, lo que permitió confirmar su verdadera identidad.
Huamán fue sentenciado a ocho años de prisión por el delito de peculado doloso, tras ser hallado responsable de desviar fondos de la Municipalidad Distrital de Molinos en 2013. Durante su gestión como alcalde, autorizó de forma irregular el cobro de 37 cheques por un total de S/ 46,650, en complicidad con la entonces tesorera, Octavia Santana Barreto. Incluso firmó un documento en el que reconocía haber recibido parte de ese dinero.
Luego de su captura, el exalcalde fue trasladado a Huancayo e internado en el penal de Huamancaca Chico, donde permanecerá mientras la Corte Suprema evalúa un recurso de casación presentado por su defensa. Además de la pena privativa de libertad, enfrenta una multa y ha sido inhabilitado para ejercer cargos públicos durante el tiempo de su condena.
La Sala Penal también anuló la reparación civil inicial —que superaba los S/ 52 mil— y ordenó un nuevo juicio para determinar el monto exacto. Asimismo, se ha remitido documentación al Ministerio Público para investigar a otros posibles implicados en el caso. La caída de Huamán Mucha representa un nuevo golpe contra los exfuncionarios implicados en actos de corrupción en gobiernos locales.