El Gobierno peruano continúa supervisando la construcción de la moderna Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) La Atarjea, que atenderá a más de 650,000 habitantes de Lima y reducirá la contaminación del río Rímac. Esta planta, considerada la más avanzada en Latinoamérica, opera bajo un enfoque de economía circular que permitirá generar biogás para su autosostenibilidad energética, disminuyendo así el impacto ambiental.
La PTAR La Atarjea tratará las aguas residuales de varias zonas de Lurigancho-Chosica, Ate y Santa Anita, mejorando la calidad de vida de los vecinos al evitar la contaminación y reducir enfermedades relacionadas con el agua. La planta no solo descontaminará, sino que producirá lodos que serán convertidos en compost para la agricultura, beneficiando sectores como el valle de Cañete e Ica con abono orgánico.
Con una inversión superior a S/ 834 millones, el proyecto es financiado parcialmente por el Banco de Desarrollo alemán KFW y se ejecuta con un avance físico del 12%. Se prevé completar la construcción en 27 meses, seguida de 6 meses de puesta en marcha y 36 meses de operación y mantenimiento, consolidando una infraestructura sostenible para Lima Metropolitana.
Este esfuerzo forma parte de una cartera de ocho proyectos de agua potable y saneamiento impulsados por el Ministerio de Vivienda y Sedapal, con una inversión aproximada de USD 1,651 millones bajo el esquema de Asociación Público-Privada (APP), que apuntan a garantizar acceso a agua limpia y saneamiento para las familias de Lima y Callao.